Bar Tomate en Madrid, diseñado por Sandra Tarruella Interioristas.
El nuevo Bar Tomate en Madrid sigue la fórmula que tantos éxitos ha hecho cosechar al grupo Tragaluz: cocina actual, precios más que razonables y un cuidadísimo diseño en sus locales, alguno tan conocido y emblemático como el hotel Omm, el restaurante La Xina o Les Cuines de Santa Caterina. El primer restaurante del grupo en Madrid ha apostado por un espacio con la firma de Sandra Tarruella Interioristas, no en vano la interiorista catalana ya ha diseñado con anterioridad muchos de los restaurantes Tragaluz.
El nuevo Bar Tomate se ha situado en un local de 300 m2 en pleno barrio de Chamberí, donde ya había un antiguo restaurante que se ha rehabilitado con un estilo ecléctico, entre industrial y vintage. Además de un interiorismo de firma, el diseño gráfico también se ha cuidado y ha sido encargado a Mario Eskenazi.
El Bar Tomate no es un restaurante, sino un bar para comer algo a cualquier hora del día; los fines de semana por ejemplo la cocina está abierta desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la madrugada. El interiorismo ha tenido que adaptarse a este planteamiento y concebir un local que pueda ser desde una cafetería donde tomar un desayuno por la mañana hasta casi un bar de copas en las noches de los fines de semana. La interiorista Sandra Tarruella ha abordado el proyecto creando un restaurante desenfadado con toques retro seleccionando piezas recuperadas de diseño, como las sillas nórdicas de los años 50, o elementos antiguos que se han conservado del antiguo restaurante, como las neveras. Para completar este interiorismo de collage, la diseñadora ha mezclado algunas piezas clásicas de diseño, como las lámparas de Tom Dixon, con algunos muebles de aire industrial creados especialmente para el Tomate: estanterías de hormigón para el almacén visto, mesas hechas con viejos tablones recuperados o una carpintería de hierro en la entrada que imita a un invernadero.
El local, a pesar de su planta en forma de L, se ha concebido como una única pieza, descubriendo algunos de los espacios normalmente ocultos en un restaurante y mezclándolos con el comedor. La cocina, que se encuentra al fondo del local, deja a la vista la zona de preparación de fríos y un horno para pizzas. El almacén de aire industrial queda totalmente a la vista y sirve para unificar, ordenar y distribuir del espacio.
Sadra Tarruella, reputada interiorista catalana, ha comenzado con este proyecto su carrera en solitario tras haber trabajado 17 años como socia del despacho Tarruella & López.
Bar Tomate Fernando El Santo, 26 28046 Madrid Tel. 917 023 870