Una casa collage en Madrid mezcla colores, geometrías y acabados
El estudio madrileño Kresta Design firma una reforma de una vivienda de 162m2 situada en el barrio de Salamanca. El proyecto transforma una antigua oficina que conservaba la típica distribución burguesa de la época en una vivienda contemporánea llena de luz, color y texturas variadas.
De casa burguesa a vivienda contemporánea
Es habitual encontrar viviendas en Madrid que aún conservan la distribución burguesa de principios del siglo pasado. Esta disposición respondía a necesidades domésticas muy distintas a las actuales primando la separación de usos y clases sociales. En base a esta obsoleta concepción espacial, el parque edificado de ensanches como el barrio de Salamanca cuenta con centenares de viviendas excesivamente fragmentadas. Con dobles accesos y circulaciones para el servicio y pasillos interminables que dan entrada a minúsculas alcobas con escasa o nula iluminación natural.
Frente a esta situación, la arquitectura y el interiorismo contemporáneos deben ofrecer soluciones que resuelvan espacialmente las viviendas, preparándolas para las necesidades de los nuevos inquilinos. Ejemplo de ello lo encontramos en el último proyecto de Kresta Design, el estudio madrileño liderado por Cristina Domínguez y Fernando Hernández-Gil. Se trata de una reforma que transforma una distribución obsoleta en una casa collage llena de luz, color y texturas variadas.
Articular el espacio mediante el aprovechamiento de espacios de circulación
La nueva vivienda, que cuenta con una superficie total de 162m2, incluye en su programa funcional 3 dormitorios, 3 baños, un aseo, un salón comedor con cocina abierta, una pequeña lavandería y una sala de juegos. La estrategia que ha seguido Kresta Design para encajar y relacionar todas estas estancias ha sido aprovechar los largos pasillos existentes.
De este modo, los espacios servidores como la cocina y la lavandería actúan ahora como espacios de transición ubicándose en las zonas de circulación. Las demás estancias: dormitorios, baños y áreas sociales se van sucediendo agrupándose en los perímetros para lograr que la luz natural incida en el interior de todas ellas.
Pavimentos de roble, baldosas Huguet y un jardín de invierno
La materialidad escogida por Kresta Design conserva elementos tradicionales a la vez que aporta nuevos elementos narrativos. Se han conservado los pilares de fundición y las ventanas de madera existentes, restauradas para mejorar sus prestaciones. También el antiguo mirador que funciona ahora como un jardín de invierno, calentándose como un invernadero y proporcionando el confort necesario a las zonas de día durante los meses más fríos del año.
Como pavimentos nuevos se han incorporado suelos de roble natural y baldosas hidráulicas de la firma mallorquina Huguet para delimitar las zonas húmedas. En cuanto a revestimientos verticales destacan las planchas de aluminio. Éstas se encuentran presentes en la cocina, reflejando y expandiendo destellos de la pintura en color amarillo, rosa y salmón presente en el conjunto.
Fotografía: José Hevia