Elegancia centenaria con sello monárquico: la historia detrás del sofá chéster
Es el modelo de sofá más famoso e icónico del mundo del mobiliario. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII de la mano del Conde de Chesterfield, que mandó a hacer un asiento para sus criados, naciendo así el diseño del sofá chéster.
Una historia de siglos
Con su inconfundible estilo y su arraigada elegancia, el sofá chéster se ha convertido en un auténtico icono del mobiliario. Su legado se remonta a la Inglaterra del siglo XVIII y su inconfundible capitoné lo ha hecho destacarse y convertir al sofá Chesterfield en una pieza atemporal que trasciende siglos.
De líneas refinadas y clásicas, el sofá chéster se caracteriza por su destreza artesanal y carácter estilístico. Aunque data de hace siglos, el origen preciso del sofá chéster es incierto. La teoría con más peso es la de que el Conde de Chesterfield, Philip Dormer Stanhope, mecenas de Voltaire y estadista británico, encargó a un ebanista londinense un asiento donde sus criados se puedan sentar de manera cómoda y erguida de manera que no arrugases sus uniformes. Este origen se refuerza, ya que el respaldo y sus los brazos del sofá chéster están a la misma altura.
El resultado del encargo del conde fue un asiento robusto con capitoné, que lo llevó a la popularidad mundial. Más allá del supuesto uso doméstico de sus orígenes, el sofá chéster es característicamente masculino, ya que a menudo era la pieza más representativa de los clubes de hombres de Inglaterra.
Elegancia y, ¿ergonomía?
El rasgo distintivo del Chesterfield se encuentra en su respaldo de altura equilibrada, elegantemente adornado con botones que otorgan no solo un estilo refinado, sino también una estructura que resiste la prueba del tiempo. Su fabricación artesanal, en sus primeras instancias, se centraba en el uso de cuero curtido a mano, un material que confería durabilidad y distinción a la pieza.
Originariamente, el sofá se realizaba en piel marrón oscura, aunque en la actualidad pueden encontrarse diferentes acabados, texturas, colores y hasta de manera de sillón individual. Los brazos son de forma de voluta y curvados, mientras que las patas suelen ser de madera torneada y de longitud corta.
El respaldo del sofá Chéster fue lo más característico del mueble, ya que fue el primer asiento en contar con tapizado capitoné, con botones repartidos de forma geométrica por el tapizado. Con todo, y a lo largo del paso del tiempo, este icónico sofá ha sido puesto en tela de juicio por su ergonomía. De hecho, muchos interioristas o hasta fisioterapeutas desaconsejan su uso debido a lo bajo de su respaldo y la dureza de su asiento.
Presencia en la gran pantalla
Desde su más popular uso en los clubes sociales de Londres, es imposible recorrer cualquier hotel, oficina u hogar del mundo donde no haya un sofá Chesterfield. Y su estilo elegante y robusto lo ha sido también objeto de deseo de diseñadores de arte de películas o decoradores de platós televisivos.
El sofá fue testigo de escenas de grandes del cine como Marilyn Monroe, que aparece sentada en un chéster en la película El Príncipe y la Corista (1957). Más actual, la serie Billions (2016) también usó este icónico asiento para la oficina del fiscal interpretado por Paul Giamatti.
En España ha logrado hasta tener su propia serie de televisión de la mano de Risto Mejide, quien sentó en este sofá a numerosos entrevistados en su programa Chester, que también tuvo temporadas como Chester in Love o Viajando con Chester.