Hormigón visto y mobiliario a todo color en esta vivienda de San Sebastián
El estudio Pauzarq Arquitectos ha reformado un piso situado frente al río Urumea en San Sebastián. El proyecto actualiza funcionalmente la vivienda, según los requerimientos domésticos contemporáneos, sin que esta pierda su esencia original.
Conservar la esencia
Se estima que la vida útil de una vivienda oscila entre los 80 y los 100 años. Pasado este tiempo, es necesario actualizarla por varios motivos. El primero (y más importante) tiene que ver con la seguridad estructural y el mantenimiento de los sistemas de saneamiento, fontanería y electricidad. El segundo motivo es el funcional. No se vivía igual hace un siglo que ahora. Los criterios domésticos han cambiado y con ello los requerimientos espaciales de las viviendas. Pese a ello, es importante entender que una buena reforma no tiene siempre que transformar por completo el piso para poder actualizar estos aspectos.
Un buen ejemplo se encuentra en este proyecto de Pauzarq Arquitectos en San Sebastián. Se trata de una vivienda situada en un edificio racionalista frente al río Urumea que conserva la esencia del proyecto original. La actualización se ha llevado a cabo mediante pequeñas modificaciones puntuales que apenas han alterado la estructura y distribución existente.
Una cocina abierta y vistas al río Urumea
La vivienda se distribuye longitudinalmente abriéndose a dos fachadas opuestas. Cuenta con tres dormitorios, una cocina abierta al comedor y un salón con grandes ventanales que miran sobre el río Urumea.
Además, destaca la tarima de madera de roble que viste el pavimento de la mayoría de estancias. Se trata de un elemento recuperado de la vivienda original que permite reconocer el antiguo trazado de la distribución.
Hormigón visto y mobiliario a todo color
Otro elemento significativo en el proyecto es el hormigón visto. En un ejercicio de sinceridad constructiva, se han eliminado todos los revestimientos mostrando el carácter rugoso e imperfecto del hormigón característico de la época.
El contrapunto estético lo aportan las notas de color del mobiliario e iluminación decorativa escogidos en el proyecto. Se trata de una combinación de piezas de diseño de las firmas Ondarreta y &tradition.
Fotografía: Aitor Estévez