Un refugio atemporal en lo alto de una atalaya de Mallorca
La iluminación de Vibia se funde a la perfección con la propuesta residencial del estudio de interiorismo Terraza Balear, que ha contado con la colaboración de Euroobjekt y Manel Ávila.
Tras la serenidad mediterránea
Baleares sigue inspirándose en el Mediterráneo para desplegar su expresión. La esencia de Mallorca, entre el confort y la tranquilidad de una naturaleza bañada por el gusto salado del mar, se plasma a pequeña escala en el proyecto San Luis, una propuesta residencial en el suroeste de la isla firmado por el estudio de interiorismo Terraza Balear, junto con Euroobjekt y el arquitecto Manel Ávila, de Avila Projects.
Desde el estudio han asegurado que la inspiración de las fases primigenias del diseño nació en la serenidad que arrastra consigo la arquitectura mediterránea, en un acompañar que emana tras de sí una “sensación de calma y bienestar”. La decoración, mediante una paleta neutra y relajante que, en algunos detalles esenciales, incorpora una serie de toques en tonos verdes, logra mimetizar la infraestructura con los árboles del entorno.
La luz dentro del discurso de este proyecto es fundamental. Los luminarios de Vibia despliegan una suave expresión sobre el espacio que las rodea, mezclándose con las paredes y los techos de cada estancia desde la nitidez que aporta la búsqueda de la naturalidad. La firma destaca la lámpara sobre la mesita de noche del dormitorio principal, Mayfair de Diego Fortunato.
Un carrusel de luz
Este objeto “se erige como la prueba de la convergencia armoniosa entre pasado y futuro”. El estudio ha añadido que, “inspirándose en las lámparas de biblioteca del siglo XIX, Mayfair capta rápidamente la mirada con su elegante silueta y su acabado en negro mate, que transmite calidez cuando la luz se posa sobre ellos”.
Otro ejemplo del peso que otorga el recurso de la luz al proyecto de San Luis se despliega mediante el trío de luminarias colgantes Tempo, que se suma a esta sinfonía de luz perfecta que baña todos los rincones de la residencia. Diseñadas por el dúo creativo Lievore Altherr, la colección “explora la interacción entre opacidad, translucidez y transparencia” a través de un abanico de difusores, que proyectan a su alrededor un foco de luz manso y flexible.
Antes de concluir, volvemos a encontrar a Fortunato en la colección Jazz, también de Vibia, una lámpara de sobremesa que es “la compañera perfecta para una lectura tranquila en la noche”, en perfecta comunión con la decoración minimalista que se extiende por sus faldas. La lámpara Pin, diseñada por Ichiro Iwasaki, completa la colección de lámparas combinando formas geométricas, materiales innovadores y un “efecto de luz sutil para evocar el sosegado ritmo mediterráneo”.