La artesanía y el color invaden Casa Nido, lo nuevo de Yeyé Estudio
Un piso de 85 metros cuadrados en el madrileño distrito de Chamberí reinterpreta la esencia arquitectónica española mediante una abstracción conceptual basada en el color, la artesanía y los materiales locales.
Reinterpretación castiza
Según el arquitecto Mies Van der Rohe, uno de los precursores del Movimiento Moderno, la arquitectura debe ser «la voluntad de una época traducida a un espacio». En el contexto actual, este mantra debería incluir el concepto sostenible para hacerlo efectivo. Podría afirmarse entonces que la (buena) arquitectura debe relacionar las necesidades de los usuarios con un espacio de manera respetuosa y consciente con el medio ambiente.
Un buen ejemplo de esta filosofía lo encontramos en este piso de Chamberí, el nuevo proyecto de reforma de Yeyé Estudio. Los clientes, en esta ocasión una pareja estadounidense, expuso sus necesidades domésticas y una referencia clara: querían «una casa típicamente española». El resultado es una vivienda de 85 metros cuadrados que toma prestadas referencias tipológicas de nuestra cultura como las tabernas madrileñas o la artesanía y las actualiza con criterios sostenibles.
La cocina como gran protagonista del proyecto
Formalmente la reforma plantea una mejora sustancial en la distribución de la nueva vivienda mediante el cambio de ubicación de la cocina. De este modo, Casa Nido cuenta con un amplio salón con cocina abierta, un dormitorio doble y un estudio.
El punto central del proyecto es la cocina con isla central donde una impresionante encimera de mármol Rosso Lepanto reviste las superficies de trabajo. Además, contrasta a la perfección con los muebles de madera de roble y tiradores dorados de Cubro. El conjunto dialoga de manera directa con el salón que incorpora en una de las paredes nichos alicatados en los mismos tonos.
Las otras estancias siguen la misma lógica material proponiendo divertidos revestimientos cerámicos. Además, todos los espacios funcionales incluyen armarios a medida de suelo a techo y quedan conectados por un pasillo que recupera las puertas de vidrio originales.
Materiales locales y mucho color
Los materiales empleados en el proyecto son en su mayoría de origen local y fabricación artesanal. Ejemplo de ello son el pavimento hidráulico de la empresa madrileña Mosaista o el revestimiento cerámico de procedencia alicantina. En este contexto, siguiendo la dinámica sostenible de generar el mínimo impacto medioambiental posible, el suelo de madera original de toda la vivienda se ha mantenido.
Por último vale la pena mencionar el interesante uso del color en esta reforma en Chamberí. Azul marino, verde agua, burdeos y amarillo inundan las diferentes estancias creando una narrativa propia que relaciona toda la vivienda.
Fotografía: Sergio Pradana