Una colorida reforma en Madrid propone vivir alrededor de una mesa
Una antigua vivienda situada en el madrileño barrio de Salamanca ha sido recientemente reformada por las arquitectas Lys Villalba y Beatriz Arroyo. El resultado es una casa con una mayor incidencia de luz natural, mejores circulaciones y múltiples usos gracias al diseño de mobiliario a medida.
El mobiliario como estrategia para el diseño espacial
Estamos experimentando una tendencia que desdibuja el límite entre mobiliario y arquitectura. Los objetos domésticos actúan ahora como dispositivos -de mayor escala- que permiten más flexibilidad en el uso de los espacios que ocupan. De este modo, una mesa ya no se concibe únicamente como una pieza diseñada para comer y puede ser un elemento arquitectónico que coloniza el comedor y permite acoger varias actividades simultáneas.
Ejemplo de esta evolución en el diseño de mobiliario lo encontramos en la reforma que firman el dúo de arquitectas formado por Lys Villalba y Beatriz Arroyo. Se trata de una adecuación funcional de una antigua vivienda de los años 50 situada en el madrileño barrio de Salamanca. Ésta se vale de dispositivos domésticos -diseñados a medida de manera artesanal- para organizar el espacio.
Una mesa de terrazo como generador de actividades domésticas
La vivienda se estructura alrededor de una gran mesa de 3,5m de largo y 1,05m de ancho situada de manera transversal y materializada con terrazo coloreado fabricado a mano. Esta pieza de mobiliario adquiere en el proyecto una cualidad espacial y permite centralizar actividades como comer, conversar, estudiar, jugar, pintar, cocinar, leer o trabajar.
Complementario a este dispositivo encontramos otro diseño de Lys Villalba y Beatriz Arroyo que permite organizar el espacio en la vivienda. Se trata de un armario reversible que contiene una encimera en uno de sus lados y gabanero de otro. Además, permite crear visuales cruzadas desde el acceso al interior del proyecto ya que se encuentra perforado mediante un gran óculo.
Hormigón visto y mucho color
La materialidad del proyecto parte de la premisa de limpiar de revestimientos la antigua vivienda y dejar vista la esencia original. De este modo podemos observar la estructura original de hormigón y disfrutar de la terraza exterior que se había anulado años atrás.
La paleta de colores juega con el amarillo y el azul. Este combo cromático reviste los frentes de a cocina, los dispositivos domésticos que organizan el espacio y colonizan los baños. Una decisión formal que potencia la nueva narrativa diseñada por Lys Villalba y Beatriz Arroyo.
Fotografía: Jose Hevia