Achioté, dos espectaculares villas sostenibles en Costa Rica que se asoman al Pacífico.
Formafatal, el estudio dirigido por Dagmar Štěpánová, es el autor de estas dos villas minimalistas en Costa Rica disponibles para alquiler a corto plazo. Dos construcciones sostenibles teniendo en cuenta el entorno salvaje que las rodea y que levitan parcialmente sobre el borde de una colina, con unas vistas privilegiadas sobre el Océano Pacífico.
Un impresionante entorno natural
Achioté es el nombre elegido para estas dos villas de 90 metros cuadrados cada una, situadas junto al pueblo de Uvita, en un terreno de 11.000 metros cuadrados y a una altura de 300 m. sobre el mar. «El proyecto es la primera implementación de ‘tierra compactada’ en Costa Rica«, cuenta el arquitecto, que para la construcción de todos los muros de carga perimetrales ha utilizado la tierra arcillosa extraída de las excavaciones.
Concebidas como construcciones sostenibles con interiores biofílicos, las villas destacan por su estética minimalista. Una geometría ortogonal que contrasta con la exuberante vegetación tropical circundante, donde los materiales y colores se mimetizan con el entorno.
Genius loci y color
Aunque ambas villas son arquitectónicamente iguales a nivel material, de distribución y orientación, se diferencian por un cromatismo interior que se traslada al exterior. El diseño arquitectónico se basa en el genius loci: la orientación hacia la vista infinita del Océano Pacífico y la morfología del terreno. De esta forma, el concepto de color de los interiores responde a las energías existentes en la ubicación de cada villa antes de su construcción. Y es que, aunque están separadas solo 12 metros, cada una de ellas posee unas vibraciones que se reflejan en el diseño interior.
Dos energías muy distintas
Reflejo de la energía yin, la Jaspis Villa (jaspe o «villa brillante») está conectada con el océano y el cielo, tanto visualmente como a través de sus vibraciones. Una interconexión materializada aquí en una gama cromática en tonos arena, que contrastan con la de la Nefrit Villa. Con un nombre que significa jade o «villa oscura», ésta permite a los huéspedes sentir la conexión con la tierra y la selva. De nuevo, el concepto de color elegido da respuesta a estas energías, con un suelo de hormigón teñido en color rojo terracota que introduce el terreno en el interior.
Aunque, rodeadas de plantas tropicales, estas villas sostenibles en Costa Rica parecen discretas y humildes desde el exterior. Pero al entrar todo cambia. Un generoso dormitorio abierto a las terrazas flotantes y una piscina infinita convierten la estancia en una experiencia única.
Tierra apisonada, hormigón, acero y vidrio
A nivel constructivo, el proyecto combina paredes de tierra compactada y hormigón con vigas en H de acero que soportan la losa del techo de hormigón. Todos los detalles se han pensado al milímetro, con vidrio sin marco en las fachadas y los perfiles empotrados en las ranuras del techo. Esta misma solución también se empleó en la instalación de los rieles de iluminación interior, que sirven como soporte para la mosquitera y las cortinas que rodean la cama.
El forjado de hormigón se cubre con una solera de cemento antideslizante diferente para cada villa. Las paredes interiores y el mobiliario de hormigón diseñado a medida, son también de cemento, en este caso en acabado mate liso.
Un cuidado interiorismo que dialoga con un entorno mágico
«Elegí los materiales lo más duraderos posible teniendo en cuenta el clima costarricense y la alta humedad», señala desde Formafantasma. Para fabricar los muros de ‘tierra apisonada’, y dado que en Costa Rica no contaban con experiencia previa de este tipo de construcción, Štěpánová acudió a un especialista brasileño. Propietario de la empresa Terra Compacta, Daniel Mantovani formó a varios artesanos locales para llevar a cabo el primer proyecto de este tipo en el país.
Estilo minimalista para las villas sostenibles más bonitas de todo Costa Rica
El minimalismo exterior también se refleja en unos interiores diáfanos y sin puertas. Tan sólo rompe la continuidad el panel corredero entre la ducha y el baño, que además sirve para colgar un gran espejo. Junto a las piezas hechas a medida en hormigón (algunas inspiradas en el trabajo del estudio de diseño belga Bram Vanderbeke), conviven muebles, luminarias, accesorios y obras de arte cuidadosamente seleccionadas.
Fotografía: BoysPlayNice