Creatividad al límite en una reforma de un mini estudio de tan solo nueve metros cuadrados.
La reforma de un mini estudio en París, realizada por Bardin Architectes, demuestra que, incluso en los pisos pequeños como este, todo es posible con grandes ideas. Hasta el espacio más reducido puede destilar encanto y comodidad sin tener que renunciar a una estética funcional y atractiva.
Un barrio repleto de pequeños estudios que buscan una reforma
El distrito XVIII de París no es tan lujoso como el VII, lleno de pisos señoriales y boutiques en cada esquina. Pese a ello, cuenta con algunos encantos que lo han convertido en uno de los lugares preferidos para vivir de los estudiantes de arte. Y la historia está de su lado, porque precisamente es una zona repleta de mini estudios reformados, con espacio suficiente para dormir y trabajar. No en casualidad que aquí estuviera el primer estudio de Picasso, en la cercana Rue Gabrielle; allí pasó sus primeros años en París y pintó numerosos cuadros de su «periodo azul».
Al final del pasillo, en la última planta, descubrimos el mini estudio. El color amarillo pálido que decora las paredes del frente de la cocina-office nos anuncia la presencia de un piso especial. Los azulejos del pasillo continúan ininterrumpidamente hasta el piso, aportando una sensación de continuidad.
Soluciones creativas para espacios pequeños
Encaramado en la octava planta de un opulento edificio de la Place Clignancourt, junto a Montmartre, este antiguo cuarto de servicio de tan solo nueve metros cuadrados ha encontrado una nueva identidad como estudio. Gracias a la reconversión llevada a cabo por Bardin Architectes, ahora tiene todas las prestaciones necesarias para pasar estancias cortas en París, pero también para teletrabajar.
El proyecto era sencillo: integrar el mayor número posible de funcionalidades en una reforma de un mini estudio. Poder dormir, comer, asearse, trabajar o aislarse buscando un momento de calma en medio de bulliciosas calles, llenas de comercios, brasseries y vida nocturna.
El espacio, de menos de diez metros cuadrados, era diáfano y sin rincones. Se había reformado unos años antes, pero sin optimizar sus posibilidades, que, aunque reducidas, «haberlas haylas». Es en proyectos como este donde cobra importancia la elección de buenos profesionales de las reformas.
Su buen estado permitió partir de una base sólida y conservar las magníficas baldosas del suelo de color terracota y forma hexagonal, características de este tipo de apartamentos. Si Dios está en los detalles, la reforma de este mini estudio está llena de detalles encantadores que le confieren mucha personalidad, a pesar de ser una casa en miniatura.
La reforma de este mini estudio incluye una cocina polivalente con un escritorio para trabajar
La cocina se diseñó siguiendo una ingeniosa disposición en bloque. Tratada como si fuera una navaja suiza que alberga almacenamiento, un armario, una cocina, una zona de oficina y ¡hasta una ducha! La encimera con espejo en el frente añade profundidad a la habitación y contribuye a la distribución de la luz natural.
La zona de escritorio en la prolongación de la encimera de la cocina permite trabajar tranquilamente. Gracias a un cajón, además, se pueden guardar papeles y útiles al final de la jornada. Enfrente, un sofá cama forma parte de una estructura empotrada de armarios hasta el techo, iluminados con una tira de luces LED.
Aprovechamiento de espacio en un baño reducido a la mínima expresión
Poder disfrutar de una ducha sin limitaciones de espacio (y de tiempo, ya que nos ponemos estupendos) es uno de los grandes lujos domésticos al alcance de casi todo el mundo. En este caso, la ducha, situada bajo una de las paredes abuhardilladas que dan a la fachada, es pequeña, aunque se acomoda a las necesidades básicos de aseo. Se diferencia del resto del espacio gracias a un alicatado en loza blanca (10×10) con juntas que recuerdan el color de las baldosas del suelo. La cortina crema Galbobain y una mampara de cristal separan delicadamente la ducha del resto del espacio.
Sencillo y eficaz, este proyecto demuestra que hay grandes ideas para optimizar los espacios reducidos. Aprovechar al máximo cada metro es fundamental en una reforma de un mini estudio, incluso si se trata del estudio más pequeño del mundo.
Fotografía: Bardin Architectes