Esta oficina madrileña aúna diseño y confort para trabajar como en casa.
El estudio Plutarco y la arquitecta Áurea Rodríguez han diseñado un espacio de trabajo en un edificio señorial de 1920 que se inspira en los entornos domésticos para ofrecer una experiencia laboral acorde al contexto actual.
La revolución de los workspaces
Desde que se iniciase la pandemia del COVID, los espacios de trabajo han cambiado. Lejos quedaron las oficinas de estética noventera en las que múltiples escritorios se agrupaban bajo fluorescentes en un rutinario día a día. Ahora, la flexibilidad que aportan los nuevos modelos híbridos o de teletrabajo han hecho que nos replanteemos cómo deben ser los espacios laborales.
En el contexto actual se busca que las oficinas sean extensiones de nuestras viviendas. Espacios en los que sentirnos cómodos y desempeñar la labor social que nuestros domicilios adolecen. Por ello, ahora se valora que los espacios de trabajo incluyan el adjetivo «acogedor» entre sus bondades, y que cuenten con zonas para el networking y el descanso.
Un buen ejemplo de la nueva concepción en el diseño de oficinas es este proyecto situado en el madrileño barrio de Salamanca. Se trata de un espacio de trabajo de 400 m2 diseñado por Plutarco y la arquitecta Áurea Rodríguez. Pese a ubicarse en un típico edificio señorial madrileño de 1920, el proyecto propuesto se inspira en la domesticidad de un hogar para ofrecer una experiencia laboral que se corresponda al contexto actual.
La cocina como oasis de tranquilidad
Siguiendo con esta concepción de plasmar el ámbito laboral en un espacio confortable y cálido, se revaloriza de manera especial la cocina. Entendida como un oasis de tranquilidad, se materializa en tonos cálidos, con frentes Cubro, que combinan a la perfección con una encimera de granito en un color más oscuro.
Además, en esta oficina en Madrid no puede faltar una gran mesa para comer o descansar. En este caso se utiliza un tablero hidrófugo barnizado en tonos verdes que recibe luz natural gracias al gran ventanal que preside la cocina.
Piezas de diseño y muebles a medida
Formalmente, el espacio se distribuye en tres zonas principales. La zona con vistas a la calle aloja salas de reuniones, el despacho principal y la recepción. En el centro, un espacio servidor con la mencionada cocina y los baños. Y en la zona posterior, las mesas de trabajo.
Todos estos espacios combinan los elementos clásicos existentes en esta oficina en Madrid –suelo en espiga de pino, techos altos, molduras, boiseries y carpinterías de madera maciza– con piezas de diseño y colores atrevidos.
Destacan el mostrador de la recepción que, junto con otros elementos diseñados a medida en color camel, quedan coronados por la lámpara de Muller van Severen. A su vez, la zona de espera aloja piezas de Muuto, Fermliving y una lámpara de Jaime Hayon para &Tradition, mientras las salas de reuniones se atreven con el color azul petróleo y mobiliario en tono terracota.
Fotografía: Áurea Rodríguez