Vicenç Mulet proyecta Ca n’Uli, una sobria y mediterránea casa-patio en Mallorca.
Líneas puras, geometría contundente y proporción áurea. Bajo estas premisas, el arquitecto Vicenç Mulet ha diseñado esta alegre casa-patio de esencia mediterránea en su Mallorca natal.
Homenaje a Mallorca
Ubicada en una antigua urbanización al norte de Mallorca, Can’Uli es el homenaje de Vicenç Mulet a la arquitectura mediterránea y, concretamente, mallorquina. Una casa de líneas simples y deliberadamente austera diseñada a escala humana y muy fácil de habitar.
El diseño ha girado en torno a la gestión de la privacidad del espacio. Desde el exterior, se alza un muro con un gran portalón típico mallorquín que dota de intimidad a la vivienda o puede permanecer abierto a la calle si se desea. En su interior, la luz natural juega un papel fundamental. Sobre estos muros, se proyecta un interesante juego de luces y sombras a lo largo del día según la posición solar.
Además, la vivienda se presenta como una construcción de líneas puras y sencillas. En un solar perfectamente cuadrado, Vincenç Mulet ha proyectado una vivienda de geometría contundente y proporción áurea para facilitar el mantenimiento de una casa tan grande y generar sensación de fluidez en sus transiciones.
Sin duda, se trata de un proyecto en el que destaca el estilo del arquitecto y las influencias de algunos de sus referentes como la arquitectura Mies Van Der Rohe o Luis Barragán, la tradición del impluvium romano, los cubos blancos de Alberto Campo Baeza y, por supuesto, la impronta arquitectónica de Mallorca.
El patio articula la vivienda
Ca n’Uli se ha planteado como una tradicional casa patio del Mediterráneo. De esta forma, este patio central de estructura cuadrada vertebra la vivienda y conecta las diferentes estancias. Una solución que permite dotar de intimidad a cada ambiente y adecuar la temperatura de los interiores según la época del año.
Así, la habitación principal y el salón se abren hacia el patio y el jardín, formando un gran espacio continuo que borra los límites entre interior y exterior.
El verde como hilo conductor
El color verde funciona como hilo conductor en toda la vivienda. Un tono muy típico de las construcciones de la zona que contrasta con los materiales naturales y las líneas austeras de la casa. Estructuras, perfiles, detalles, puertas y persianas correderas en un color verde lavado que contagia de un plácido bienestar.
Materiales naturales, sobrios y en armonía
La materialidad de la vivienda busca la armonía en toda la construcción. En el interior, se ha elegido un discreto, resistente y práctico terrazo que se funde con la piedra calcárea tipo Zarci que viste el suelo y los muros del patio.
La cocina continúa la misma identidad estética. En la pared frontal, sorprende el juego cromático que proponen unas baldosas en diferentes tonos verdes de la marca WOW.
El interiorismo del salón rezuma paz y vitalidad. En él, destacan muebles de iconos del diseño como Vitra, Achille Castiglioni, Marset o Santa & Cole. Vicenç Mulet introduce los tonos rojos en algunos detalles y piezas como la chaise longue que aparece junto a la chimenea.
Fotografía: Jose Hevia