«La belleza es la consecuencia, no la finalidad», André Ricard.
Santa & Cole presenta el documental 'André Ricard, el diseño invisible' dedicado a la vida y obra de uno de los máximos pioneros del diseño industrial en España. Dirigido por Poldo Polmés y con guion de Xavier Mas de Xaxàs, el reportaje explora el universo de Ricard, donde la razón y la función están por encima de todo.
La lógica del diseño
La editora Santa & Cole acaba de recuperar dos luminarias diseñadas por André Ricard (Barcelona, 1929). Una, Fontana, de 1970, fue inicialmente producida por Metalarte. La otra, Tatú, se concibió en 1972 y ahora estrena formato de pie. Con formas poperas, muy de la época, Tatú nació de la típica discusión de cama compartida, cuando uno quiere leer, y el otro no. El propio Ricard cuenta que halló solución a la pequeña disputa matrimonial al fijarse en la luz de lectura de los aviones. Equilicuá la clave: una lámpara focal, totalmente diseñada para iluminar al lector sin molestar a su pareja.
El origen de Tatú es solo un ejemplo que muestra la naturaleza intrínseca de todos y cada uno de los numerosos diseños que ha concebido André Ricard a lo largo de sus más de noventa años de vida (es el diseñador con más piezas en el Museu del Disseny de Barcelona, unas setenta). Absolutamente todas, desde el encargo de algo tan humilde como un antipolillas, hasta la emblemática antorcha de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, han sido minuciosamente pensadas «para solucionar problemas». Para Ricard, la belleza estética emerge como consecuencia de la funcionalidad. «Cuando un objeto llega a su perfección es bello», cuenta.
André Ricard, el diseño invisible
Este meticuloso procedimiento, donde el diseño se traslada por completo al mundo racional, se ha recogido o, más que eso, homenajeado, en el documental ‘André Ricard, el diseño invisible’, dirigido por el cineasta Poldo Pomés, con guion del periodista Xavier Mas de Xaxàs. En él se repasa la vida y obra de este pionero del diseño industrial español, un oficio que, para él, «fue totalmente vocacional».
A lo largo del documental, el propio Ricard explica cómo se inició en una profesión que por entonces no existía, especialmente en España. En boca de él, y de personas allegadas, clientes, ex-alumnos y colaboradores, como Miguel Milá, Mario Ruiz, Javier Nieto o Antonio Puig, descubrimos su forma de trabajar y de concebir el diseño. Un modus operandi que le ha definido a lo largo de toda su carrera como «un embajador del usuario«.
La grandeza de los productos modestos
El autoaprendizaje, la funcionalidad, la voluntad de democratizar la belleza y la humildad son una constante en su trabajo. Ricard, recién distinguido con el Design Europa Award 2021, ha sido capaz de encontrar la perfección en piezas aparentemente cotidianas e insignificantes como un buzón o un exprimidor. Ha hallado la solución ideal para agarrar bien una botella fría de la nevera sin que resbale; para apretar un interruptor con mayor sensación de sensualidad; o para que la ceniza de un cigarro no se esparza por el aire con un golpe de viento. Siempre ha trabajado con la misma metodología: poniéndose en el papel del usuario. Observando. Analizando. Con el rigor del pensamiento racional, hasta el punto de presentar a sus clientes solo una opción, la solución.
Lo ha hecho con la misma humildad que afirma haber deseado diseñar la vinagrera antigoteo de Marquina, o haber rechazado encargos como una máquina de coser «porque veía que no podía mejorarla y no quería limitarme a hacer una carcasa bonita».
E, igual que afirma abiertamente que el iPhone le parece un mal diseño «porque con esas teclas laterales te dejas las uñas» y el iPad «se desliza», manifiesta a corazón abierto «sentir nostalgia por el futuro que ya no viviré».
Su vocación, eso sí, es incansable, y sigue aportando nuevas soluciones a problemas cotidianos. ¿Lo último? El Olivero que diseñó durante el rodaje del documental. Un recipiente para servir y comer aceitunas, sin tener los huesos a la vista. Es de porcelana, para facilitar su lavado en los restaurantes. Con fondo blanco, para resaltar la belleza de la oliva. Y circular, para facilitar el acceso desde cualquier lado de la mesa. «El objeto es la huella del hombre«, dice Ricard. La suya, a la vista está, es inmortal.
‘André Ricard, el diseño invisible’ se proyectará en la Galería Santa & Cole (Rosselló, 256) los días:
Sábados: 16/10, 23/10 y 30/10 a las 17:00h y 06/11 y 13/11 a las 12:00h.
Miércoles: 03/11 a las 19:00h
Martes: 09/11 a las 19:00h
Inscripción a galeria@santacole.com