El Japón más tradicional se actualiza en este diseño contemporáneo.
Casa Eri, diseñada por el estudio YSLA, rinde homenaje a las tradiciones de Japón aportando un diseño contemporáneo que respeta y se adapta a las costumbres de sus habitantes. Incluyendo el espacio Goro Goro, para relajarse, meditar, hacer origami o simplemente tumbarse.
Un espacio goro goro con tatami para tumbarse e interactuar, una sala Hina Kazari (el altar donde se colocan las muñecas en el Festival Hina Matsuri) y otros muchos elementos tradicionales de Japón, se convierten en protagonistas en este proyecto contemporáneo firmado por el estudio YSLA. Una casa pensada para convivir en familia y adaptarse a las necesidades de cada uno de sus habitantes.
Casa familiar en torno a un patio
La Casa Eri, así se llama el proyecto, está construida alrededor de un patio frente a la casa de los padres de una pareja con dos niñas. La familia vivía en un apartamento y quería mudarse fuera del centro de la ciudad y más cerca de la casa de los abuelos. Finalmente, decidieron construir su casa en la misma parcela. Los espacios fluyen de forma abierta y todo está pensado para la convivencia de estas familias. Además, se respeta el estilo de patios de esta zona suburbana de Tokio, donde está ubicada.
«Cuando visitamos el sitio por primera vez, el propietario nos llevó por el barrio para conocer a los vecinos. Comenzamos la visita yendo desde el jardín, fuimos al patio trasero, al patio y jardín del vecino… Esta relación entre patios y jardines era tan fluida y natural como la relación entre vecinos y familias. Queríamos diseñar una casa que fuera parte de este entorno», explican desde el estudio.
El espacio Goro Goro
La casa de los abuelos tenía una sala de tatami en la planta baja para que las niñas jugaran y se quedaran a dormir. Esta era también la sala en la que todos los años se exhibía la Hina kazari (el altar de muñecas). «Diseñamos el nuevo patio y la nueva casa alrededor de este área, creando un espacio al aire libre, un patio, entre las dos casas. Un lugar para que las familias se reúnan manteniendo la independencia y la privacidad», nos cuentan.
Los espacios habitables de la casa, el comedor y el espacio “goro goro” se desarrollaron alrededor de este patio al aire libre, mientras que el dormitorio se ubicó en el segundo piso y se diseñó como una sala de tatami. En japonés «goro» significa el sonido de algo rodando. Así, el espacio «goro goro» está pensado para acostarse y «darse la vuelta». «Imaginamos la sala de estar así, como un espacio flexible para que cada miembro de la familia decida qué hacer y cómo hacerlo», señalan desde YSLA. Un espacio fluido para tumbarse, sentarse, caminar, leer, pintar, mirar, hacer origami… o simplemente no hacer nada.
El dormitorio como sala de tatami
En el segundo piso se encuentra el dormitorio con un gran armario de puertas correderas. Están decoradas como en el tradicional fusuma japonés, para expresar el carácter de los habitantes y mantienen el concepto de diseño minimalista que se expande por toda la casa.
Zonas de trabajo
Otros espacios con un marcado carácter relajado son las zonas de trabajo en la planta baja. Rincones pensados para mantener una conexión con la sala de estar, con la posibilidad de aislarse. En toda la casa, hay una especial atención a la luz y la privacidad.
Fotografías: Munetaka Onodera e YSLA architects.