Cuidadosa rehabilitación del castillo Helfštýn en la República Checa.
El edificio histórico del castillo y palacio renacentista de Helfštýn convive con trazos de arquitectura contemporánea en este proyecto. El estudio atelier-r ha recuperado el que es el segundo complejo más grande de la República Checa justo después del castillo de Praga. Cerrado en 2014 por seguridad, el castillo abre ahora con una imagen completamente renovada.
Castillo Helfštýn
Por encima del valle de la Puerta de Moravia, en la región checa de Olomouc, emerge este impresionante castillo. Un edificio declarado en ruina hace más de 6 años y recuperado ahora por el estudio dirigido por Miroslav Pospíšil.
«El Instituto Nacional del Patrimonio insistió en la conservación del edificio en estado de ruina», cuenta el arquitecto, que ha trabajado con un modelo 3D basado en miles de fotografías hechas por dron. Una metodología nada convencional que le permitió mapear el estado del yeso y la mampostería.
Pasado y presente
Mucho más que una intervención de reconstrucción técnica, el proyecto completa el edificio histórico con una arquitectura contemporánea que, además de funcional, añade un gran atractivo estético. Los nuevos recorridos que atraviesan los huecos ya existentes en las ruinas, conectando la planta baja con los niveles superiores del palacio, sumergen a los visitantes en el edificio renacentista original.
Con elementos contemporáneos claramente reconocibles frente a la construcción histórica, la intervención trabaja con tres materiales básicos, uno para cada nivel del edificio. La cubierta es de vidrio sobre vigas de acero, las escaleras y pasarelas se han realizado en acero corten y los caminos de la planta baja son de hormigón pulido.
Techos de vidrio
«Potenciar la idea de cielo abierto fue nuestra inspiración para elegir el material del techo», señala Pospíšil. Para realzar el espíritu de las impresionantes ruinas e invitar a los visitantes a mirar al cielo, solo se han cubierto cinco ‘cámaras’ del palacio. Insertados entre las paredes de las ruinas, los vidrios inundan de luz natural el interior durante el día. Su acabado traslúcido permite mantener una luz plana y dispersa, perfecta para las exposiciones en el interior. En la capilla, en cambio, se opta por un vidrio transparente que simboliza el cielo.
Pasarelas de acero corten
Lo que solía ser un techo, ahora se ha convertido en la nueva ruta turística, con pasarelas de acero corten que sirven de techo a las escaleras. Desde allí, los visitantes pueden admirar el impresionante paisaje circundante, sin perder de vista la referencia histórica del castillo.
«Era crucial elegir un material que fuera atemporal», cuenta el arquitecto, que optó por el acero corten por su característica corrosión, que combina perfectamente con la textura de las antiguas murallas históricas. «Además, el castillo de Helfštýn es conocido por su tradición en la artesanía del hierro, por lo que tenía mucho sentido elegir este material», añade.
Caminos de hormigón
En la planta baja del palacio, placas de hormigón pulido dan forma a una red de plataformas y aceras. Los cantos del pavimento de hormigón se han acabado con perfiles corten y los huecos entre aceras y paredes se han rellenado con grava.
Diseñado desde un profundo respeto por el castillo histórico, el proyecto permite a los visitantes aprender sobre su historia y disfrutar de las impresionantes vistas desde las pasarelas en los niveles superiores. Una arquitectura contemporánea que no compite con el edificio original, sino que crea una unidad cohesionada donde todos los elementos, antiguos y nuevos, van de la mano.
Fotografía: BoysPlayNice
