Espai Mietis colorea de tonos pastel el barrio industrial de Poblenou.
El primer ‘flagship store’ en Barcelona de Mietis, la firma de la diseñadora Maria Fontanellas, es un auténtico placer para todos los sentidos. Los tonos pastel, las paredes de obra vista y las cortinas de terciopelo rojas afianzan su marcado carácter teatral e industrial.
Un lugar de obligada visita en Poblenou
La marca de complementos de piel de lujo de la diseñadora Maria Fontanellas, Mietis, ha abierto en el corazón del barrio barcelonés de Poblenou (en el número 62 de la Calle de la Ciutat de Granada) algo más que su primera tienda.
Bajo el nombre de Espai Mietis, este local de 257 m2 alberga, asimismo, un estudio de diseño, un atelier de personalización y una galería. El proyecto lleva la impronta de los diseñadores de interiores Pep Valls y Ester Riba de Evvo Retail.
Los volúmenes ya existentes fueron los que marcaron la distribución del espacio y fueron reproducidos para ir creando nuevos subespacios en un equilibrio de llenos y vacíos.
Cautivadoramente colorista
Uno de sus elementos definitorios es la conservación de las paredes originales, que se exponen en todo su esplendor mostrando sus heridas y su carácter directamente ligado a la idiosincrasia del barrio.
La forma curva del arco es otra de las grandes protagonistas. No solamente funciona como un elemento plástico (tal como se puede apreciar en el lucernario que hay al fondo), sino como una pieza que potencia la luminosidad de la tienda.
Los tres arcos están separados de la pared ya existente, dejando un espacio en el que la luz se presenta como un elemento más. A su vez, funciona como separador de la arquitectura de obra vista. Lo nuevo y lo viejo conviven grácilmente.
El túnel de acceso conecta el mundo real con el imaginario cautivador y colorista de la propia Fontanellas.
Más allá de la elección de tonos pastel, salta a la vista que Espai Mietis también tiene muchos rasgos de la estética Memphis. La propia diseñadora se ha encargado de los detalles decorativos y el attrezzo final.
Materiales industriales como el aluminio y el hormigón contrastan con texturas elegantes y teatrales como esas cortinas de terciopelo rojas que, estamos seguros, cautivarían al propio David Lynch. En definitiva, este no es un lugar sólo para comprar, sino para soñar con los ojos bien abiertos.
Fotografías: Nerea Garro