La Casa Butanta de Mendes Da Rocha inspira este apartamento brutalista en Madrid.
Un techo, un suelo y un mueble. Así define el estudio de arquitectura MINIMO la reforma integral de este apartamento madrileño, inspirado en la arquitectura brutalista de Sao Paulo, en Brasil.
La transformación de la vivienda, de 79 m2, situada en una torre de trece plantas, ha supuesto todo un reto. En primer lugar Alberto Rubial Alonso y Sergio Sánchez arquitectos fundadores de MINIMO, han buscado generar un espacio amplio y fluido. Además, dar con la forma de integrar las numerosas conducciones y estructuras verticales que existen en un edificio de este tipo. Y todo ello sin perder la altura de los techos y potenciando, al mismo tiempo, toda la iluminación natural que recibe una planta alta.
Un clásico de la arquitectura inspira la elección de materiales
«La respuesta» -explican los arquitectos- «la encontramos en la claridad y la calidez de los espacios de la arquitectura paulista«. Ellos han tomado como referencia la vivienda del arquitecto Paulo Mendes Da Rocha (1967 en Sao Paulo, Brasil). Un clásico de la arquitectura, La Casa Butanta, donde la crudeza de las estructuras e instalaciones vistas conviven con materiales como la madera o el mosaico hidráulico. Son los mismos elementos (el hormigón, la madera de abedul y un suelo hidráulico) que han elegido los arquitectos de MINIMO para la reforma. Los pilares vistos, el hormigón y el blanco y la madera le dan al apartamento ese aire brutalista propio de este movimiento arquitectónico.
Un pavimento de mosaico hidráulico unifica el espacio
Siguiendo esta inspiración y la filosofía de MINIMO, estudio especializado en la optimización del espacio, la vivienda se ha ordenado para crear ambientes fluidos y flexibles. Se han separado las zonas de día y de noche. El espacio principal, la sala de estar, la cocina y comedor se ha unificado mediante un pavimento de mosaico hidráulico de Pinar Miró. Combina piezas lisas en los bordes y piezas geométricas en el espacio central. Esto, junto a la losa de hormigón armado original, crea un espacio continuo articulado.
Un único obstáculo interrumpe la visión horizontal del ambiente diáfano. Se trata del mueble de abedul exento de la cocina, que cuenta con una encimera Itop Silk natural de Inalc. Las estructuras de cocina y el armario Metod y Pax son de Ikea. Y toda la carpintería PCV de Kömmerling.
Madera, blanco y cemento
La madera, el blanco y el color cemento del hormigón marcan la pauta decorativa, sin apenas mobiliario y solo suavizada por los tonos cálidos de los motivos geométricos del hidráulico y las numerosas plantas de hoja verde que habitan los diferentes rincones. En cuanto a la iluminación, es igualmente mínima, a base de focos. Y con bombillas que cuelgan desde las mismas conducciones del techo.
Una organización tan simple como innovadora
El resto de la casa se ha resuelto de una forma muy sencilla. «Se empaquetan los cuartos de baño en espacios contiguos», explican los arquitectos. Así se reducen las conducciones. A la vez, se separan los dormitorios de las zonas comunes, salón, comedor y cocina, mediante profundas embocaduras, que contienen los módulos de almacenamiento.
Los cuartos de baño, los únicos espacios con puertas, mantienen el mismo esquema: blanco, madera clara y una modernidad funcional; los lavamanos exentos son de Roca.
Estudio MINIMO logra su reto en la reforma del apartamento: conseguir un espacio mayor y más sencillo a base de soluciones innovadoras que sacan el máximo partido a cada metro disponible y dentro de un estilo brutalista, al gusto de sus propietarios.
Fotografía: Davit Ruiz