Interiorismo y cine: visitamos el hotel de Atrápame si puedes.
En estos momentos, para viajar nos hemos de conformar con hacerlo desde el sofá a través de la pantalla. Hoy nos colamos en esta joya de Eero Saarinen en Nueva York por la que desfiló Leonardo DiCaprio en el clásico contemporáneo de Spielberg.
Si, como nosotros, estás soñando con escapar del confinamiento y volver a viajar, la película que no puedes perderte en tu próxima sesión de cine en casa es Atrápame si puedes.
Steven Spielberg inauguró la década de los 2000 mirando al futuro… Pero entre dos de sus grandes superproducciones «coló» esta comedia dramática que brillaba con la fuerza de su relato y que se convertía en un homenaje a la estética de los 60 y la edad de oro de la aviación.
Y a esta estética cuidada de interiorismo y cine se han querido agarrar en un ejercicio de nostalgia y homenaje al buen gusto retro con la apertura del TWA Hotel, situado en el aeropuerto JFK de Nueva York.
Historia de la arquitectura
El actual TWA Hotel no es sólo un escenario de película. Inaugurado en 1962 como Trans World Flight Center en el principal aeropuerto neoyorquino, es un futurista diseño de Eero Saarinen. O, más que futurista, es doo-wop: el arquitecto estadounidense de origen finlandés, hijo de Eliel Saarinen y colaborador en sus primeros tiempos de Charles Eames, se inspiró en la era espacial y en la evolución automovilística de la época para crear un espacio que reflejaba el espíritu de una generación entusiasmada ante la perspectiva de un futuro brillante y altamente tecnológico.
La principal seña de identidad del diseño de Saarinen es el techo de hormigón con forma de alas, reconocible al aterrizar en la Gran Manzana. Construido para cubrir un espacio con el mínimo material posible, la cubierta permitió al arquitecto experimentar con los azulejos curvados. Los pasillos de llegadas y salidas con forma de tubo (tan presentes en la película Atrápame si puedes) están cubiertos de moqueta roja, y todo el edificio cuenta con altas ventanas que permiten vistas de los aviones que van aterrizando y despegando.
Se ha conservado hasta la actualidad el interior, con referencias a la identidad corporativa de TWA. Saarinen planeó la apariencia del edificio desde una perspectiva puramente formal, en una visión avanzada a su tiempo principalmente para explotar las oportunidades del mercado.
Pero el desarrollo de la navegación aeroportuaria y la llegada de los aviones de fuselaje ancho provocó que este edificio que apuntaba al futuro se quedase desfasado al ser difícil de actualizar. Las puertas de la terminal, situadas cerca de la calle, no facilitaban la venta centralizada de billetes y los controles de seguridad… En definitiva, no era apto para nuestra actual manera de viajar.
Lo que podía haber sido su carta de defunción se transformó en una oportunidad cuando el edificio fue catalogado como Monumento Histórico de la ciudad de Nueva York.
Un hotel de cine
A finales del año pasado, desde la cadena MCR Hoteles decidieron revivir el glamour de la década de los 60. Mientras el planeta miraba con inquietud la crisis de los misiles, la economía respiraba y el American way of life se extendía por el mundo occidental, dejando una pátina de estilo que ha llegado hasta nuestros días. En moda, en series de televisión y en la gran pantalla. Por eso, el nuevo TWA Hotel presume de interiorismo de cine.
Aparte del blanco y el rojo como señas de identidad, cada detalle del hotel remite a la estética sixties. Brillos y formas futuristas, y sobre todo, un mobiliario acorde: el diseñado por Saarinen para Knoll. Entre ellas, algunas de las más reconocidas de la marca: desde las Tulip Chairs y mesas Pedestal, a la icónica Womb Chair, y la Serie 70 Executive Seating Collection. Sus diseños utilizaron materiales modernos de manera elegante, ayudando a establecer la identidad de la marca.
Las 512 habitaciones mantienen estas señas de identidad, haciendo que el alojamiento sea un viaje en el tiempo. Detalles como los textiles diseñados por los Eames o Alexander Girard aparecen en la suite presidencial, dedicada al magnate Howard Hughes (foto de portada). Un personaje también adecuado para establecer el simbolismo entre interiorismo y cine. Mientras que los guiños aéreos aparecen en la forma de maquetas de aviones en las mesitas de noche.
Pero el nuevo edificio es más que un alojamiento de calidad: el único hotel situado dentro del JFK cuenta además con un centro de eventos de calidad, con todos los requerimientos necesarios para reuniones y ferias de todo tipo.
TWA Hotel
One Idlewild Drive JFK International Airport
NY 11430, Estados Unidos