Vine, vi vino, bebí: Matali Crasset en Burdeos.
El último proyecto de Matali Crasset, Vino Sospeso, mezcla la creación del vino y la del vidrio presentando vasos suspendidos.
El vino es una bebida milenaria. Aunque básicamente se bebe y se cocina con él, también tiene propiedades medicinales y juega un papel muy importante en la religión —tanto que la Ciudad del Vaticano es el país que bebe más litros de vino per cápita, pero eso mejor lo dejamos para otro día—. El vino también se puede usar para el arte, como Matali Crasset demuestra en su nuevo proyecto, Vino Sospeso.
Matali Crasset, la artista todoterreno
Antes de explicar el proyecto en cuestión, vale la pena hablar un poco de la diseñadora industrial que está tras él. Y es que la metodología de trabajo de Crasset se basa en cuestionarse los códigos que rigen nuestro día a día, para así poder liberarse de ellos.
Sus obras rehúyen, desde los años 90, de las formas predefinidas, buscando más el movimiento que lo estático, las hipótesis antes que lo ya establecido. Colabora con todo tipo de mundos: artesanía, música electrónica, escenografía, mobiliario… Se atreve con todo, vamos. Y su último proyecto no iba a ser menos.
Vino Sospeso, otra manera de presentar lo de siempre
Crasset sigue su filosofía de trabajo yendo en contra de lo estándar, alejándose de presentar el vino en una mesa, en copa, para hacerlo en un vaso de vidrio esférico suspendido en el aire.
Se evoca la esencia ya no solo del vino, sino del propio vidrio, con intención de que esta manera novedosa de presentarlo cree unas ganas de interactuar con la instalación, puesto que no es meramente decorativa.
El proyecto estuvo expuesto en la Cité du Vin, en Burdeos, y está hecho para ser visto en su totalidad, tocado en lo que al vidrio se refiere, y olido y probado en lo que viene siendo el vino.
Crasset no ha trabajado sola, sino que se ha rodeado de enólogos, diseñadores de vidrio del CIAV, curadores y hasta directores de cine. Todo para poder crear este proyecto único, tanto por su presentación como por los elementos que intervienen.
En Diariodesign ya habíamos hablado antes de vino, pero no de esta manera. ¡Brindemos y bebamos por las nuevas formas de trabajar con algo con miles de años de antigüedad! (Sin llegar al nivel de la Ciudad del Vaticano, por favor, vayamos con cuidado).
Fotografía: Pascal Boudet