Los diseños totémicos de Martín Azúa.
Hemos descubierto una pequeña obsesión-fascinación del diseñador Martín Azúa por el Totem. De su extenso catálogo de objetos que aúnan belleza y funcionalidad, nos fijamos en ellos.
Util
Quizá empezó antes. Pero los primeros tótems de los que tenemos constancia en los diseños de Azúa fue en Galicia.
En un taller que reunía a artesanos con diseñadores, en el que unos y otros supieron extraer de la madera una colección de útiles para la cocina, morteros y delicados enseres para reconocer el trabajo tradicional.
Tótem Mortal
De ahí, a las características más primitivas del ser humano. El mismo Martín Azúa nos advierte antes de nada de que no se hace responsable de los usos alternativos de este objeto decorativo.
Tótem Mortal, realizado con la colaboración del metalista Andreu García, es un elegante y pesado tentetieso. Que esconde un filo muy peligroso.
Y es que la Historia da cuenta de múltiples hechos violentos cometidos con los objetos más banales: desde un candelabro a una tubería, o una llave inglesa. Se puede comprobar en las populares novelas de Agatha Christie, o en el famosísimo juego del Cluedo, sin ir más lejos.
Totem Mortem
Un imprescindible de la cocina, el mortero se emplea para moler o machacar especias o semillas. Se usa prácticamente en todas las culturas. Y para Martín Azúa tiene también una segunda función próxima a la escultura, meramente decorativa pero muy importante. Al fin y al cabo, conviene seguir la premisa de William Morris: «No tengan en sus casas nada que no sea útil o bello».
En este caso, el mortero se compone de una superficie cóncava y tres mazas de madera de nogal que se apilan, generando un tótem sobre un pedestal de mármol veteado.
Tótem para Mobles 114
La última de las incorporaciones para la colección de tótems es también la última colaboración del diseñador vasco afincado en Barcelona con la editora de mobiliario Mobles 114. Tótem fue el protagonista del estilismo de las famosas estanterías Tria en la pasada edición del Salone del Mobile de Milán.
Una edición limitada, fabricada en madera de roble americano. Una pieza que juega con la quietud estática de un tótem, el movimiento basculante de un tentetieso y la percusión en un mortero.
Azúa ha diseñado con Totem una colección conformada por tres modelos distintos que tienen tanto una función decorativa, como funcional: sirven como morteros para moler especies, pigmentos, vegetales o semillas, entre otras cosas.