Muebles de exterior diseñados bajo la ‘Calma’ de la Costa Brava.
Andreu Carulla transporta el nombre de la marca a la colección con la que se estrena como director creativo con diseños nuevos y algunos icónicos.
Sólo un año le ha bastado al diseñador Andreu Carulla para transformar la firma de muebles de exterior Calma, lo cual tiene mucho mérito si tenemos en cuenta que en tan solo unos meses ha creado una nueva identidad de marca que realmente refleje el nombre de la compañía y ha logrado que diseñadores de renombre participen en el diseño de la colección cero con la que renace la empresa ampurdanesa una década después de su creación.
Diseñadores históricos como André Ricard, expertos en funcionalidad como Inma Bermúdez y artesanos locales han conformado bajo la batuta de Carulla una serie de colecciones atemporales para ser disfrutadas con calma.
Carulla conocía la empresa ya que había colaborado en la primera etapa de la compañía diseñando algunos productos. Por ello tenía claro qué aspectos había que corregir para transmitir el estilo mediterráneo al que aspiraba la marca.
El primer paso fue redefinir la filosofía de la firma y convertirla en la base sobre la que se asentara el diseño del producto. Una filosofía que pasa por conectarla con el universo que envuelve a la Costa Brava: Dalí, la cerámica de la Bisbal, el mar, los acantilados, el viento de Tramuntana, el carácter de su gente y, cómo no, la calma. La tranquilidad, el hacer las cosas sin prisa, el slow life del que tanto se ha hablado.
Definido el espíritu, el segundo paso era crear un logo que transmitiese y reforzara el mensaje. Para ello contó con la colaboración del estudio barcelonés RUN Design.
Ahora sólo quedaba ofrecer un producto que reflejase todo lo anterior. Tras comprobar que sólo algunas piezas de la anterior etapa se ajustaban al nuevo concepto, no hubo más remedio que partir de cero creando un nuevo catálogo de muebles de exterior.
Uno que, aparte de respirar calma, se adecuase también a los principios de Carulla: diseño responsable, original y que sobreviva al paso del tiempo. “Las tendencias son estresantes, lo atemporal conlleva calma”, dicen en su estudio. También pasa por reeditar piezas icónicas y colaborar con diseñadores que les inspiren.
Colaboraciones top
En este caso logró reunir al ya nonagenario André Ricard – uno de los pioneros del diseño español – el cual ha recuperado para la colección su primera silla, Boomerang, creada en 1951.
Otra pieza recuperada ha sido la silla Coqueta de Pete Sans, una de los diseños icónicos del mobiliario instrumental español.
Mobiliario exterior debe ser sinónimo de descanso y por tanto realmente funcional para lograr el objetivo. Inma Bermúdez, que tiene en su haber experiencia en IKEA y Marset, fue la encargada de diseñar la colección para las zonas de descanso y la pieza Lou.
Entre los productos nuevos, destaca también la colección Marea, un trabajo conjunto entre Carulla y el diseñador norteamericano Joe Doucet. También la colección de luminarias cerámicas Tub; el taburete del mismo material, Bolet; el sofá cama Alat y la silla de metal ligero Trebol.
En todos los productos ha sido fundamental el trabajo de los artesanos locales, que han aportado su experiencia y nadie mejor que ellos para entender el concepto de calma que busca la marca.
La colección entera se presentó en pasada Semana del Diseño de Milán, en el Salone del Mobile. Pese a estar lejos de la Costa Brava, allí se pudo comprobar la calma y sobre todo la verdadera ánima de la marca: un equipo apasionado por el diseño y con un mismo punto de vista: aportar simplicidad, confort y belleza a los hogares.
Fotografías: Andreu Carulla