Windermere Jetty Museum: entre mar y tierra.
Carmody Groarke acaba de finalizar el Windermere Jetty Museum de Lake District. Una zona rural del noroeste de Inglaterra, en la que ahora emerge un conjunto de edificios revestidos de cobre con una histórica colección de barcos en su interior.
El estudio, con sede en Londres y liderado por Kevin Carmody y Andy Groarke, es el responsable del diseño y construcción de este proyecto para Lakeland Arts. Una arquitectura sobria y elegante, ganadora del concurso internacional abierto organizado por el Royal Institute of British Architects.
Exposición de barcos
El nuevo edificio incluye espacios expositivos en los que se muestran muy variadas embarcaciones. Desde barcos de vapor, a lanchas o yates, todas ellas acercan al visitante a su historia, construcción y uso en el lago cercano.
Un museo con vistas
El museo reutiliza un espacio anteriormente ocupado por una planta de extracción de grava. Su situación, a las afueras de la ciudad, ofrece vistas inmejorables sobre el lago, enmarcadas por grandes huecos abiertos en las fachadas metálicas.
Inmersión paisajística
Con el fin de sumergir a los visitantes en el paisaje y acercarlos lo más cerca posible al agua y los barcos, el proyecto enfatiza la inmersión en el entorno natural. Además de potenciar una fuerte conexión entre personas, barcos y agua, el edificio reinterpreta el patrimonio industrial y paisajístico del lugar.
La arquitectura vernácula de los edificios agrícolas e industriales típicos de la zona determinan la intervención, que recrea las formas simples de los cobertizos, con sus cubiertas inclinadas y grandes aleros.
Reinterpretar la tradición
Los voladizos diferencian la función de cada edificio como parte de un todo. Además, extienden los espacios interiores hacia el paisaje, creando refugios exteriores desde donde disfrutar del entorno. «De esta manera, una forma familiar se convierte en única», señalan los arquitectos de Carmody Groarke.
El dique
La pieza central del museo es un dique húmedo cubierto que muestra los barcos sobre el agua. Grandes puertas abiertas al lago permiten a las embarcaciones navegar dentro y fuera del muelle.
Carácter unitario
El revestimiento único de cobre oxidado potencia el carácter unitario del conjunto. Aunque compuesto de varios volúmenes, el museo funciona como un solo edificio. El revestimiento se irá degradando gradualmente con el tiempo y logrará mimetizarse con el entorno natural.
La continuidad de las fachadas metálicas se ve interrumpida por grandes huecos abiertos a la orilla del lago. Estos permiten que los barcos se muevan libremente entre interior y exterior.
En el principal espacio expositivo, las paredes encaladas potencian al máximo la luz natural que entra por ventanas y tragaluces.
Revestidas en madera de abeto Douglas, la cafetería y las zonas de circulación crean un cálido contraste con el oscuro exterior.
Fotografía: Christian Richters