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El Premio Pritzker premia el enfoque global y local de Arata Isozaki.

El máximo galardón que existe en la arquitectura ha recaído en el arquitecto japonés Arata Isozaki.

Ser el poseedor de una obra que “supera el marco de la arquitectura para plantear cuestiones que trascienden épocas y fronteras” ha sido la principal razón que ha empujado al jurado de este prestigioso premio a galardonar a este arquitecto con más de 60 años de trayectoria profesional.

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Domus: La Casa del Hombre © Hisao Suzuki

Arata Isozaki nació en Ōita (isla de Kyushu, Japón), en 1931. Tenía 12 años cuando Hiroshima y Nagasaki fueron bombardeadas.

«Cuando tuve la edad suficiente para comenzar a entender el mundo, mi ciudad natal se quemó, así que crecí en la zona cero. Era una ruina completa, no había arquitectura, ni edificios, ni siquiera una ciudad. Sólo me rodeaban barracones y refugios. Así pues, mi primera experiencia con la arquitectura fue el vacío de la arquitectura, y comencé a considerar cómo la gente podría reconstruir sus hogares y ciudades«.

El inicio de su carrera

Isozaki se graduó en el Department of Architecture in the Faculty of Engineering at the University of Tokyo en 1954, y comenzó a trabajar en el estudio del Premio Pritzker de 1987, Kenzo Tange.

Fundó Arata Isozaki & Associates en 1963. En este momento finalizaba la ocupación aliada y Japón recuperaba su soberanía, buscando la reconstrucción física en medio de la incertidumbre política, económica y cultural tras la aniquilación de la Segunda Guerra Mundial. «Para encontrar la manera más adecuada de resolver estos problemas, no pude basarme en un único estilo. El cambio se convirtió en una constante. Paradójicamente, esto forjó mi propio lenguaje”.

Su trabajo comenzó a nivel local, con edificios en su ciudad natal y Fukuoka, y se expandió rápidamente a Gunma, Osaka y Tokio. En este periodo se incluye una obra maestra del brutalismo japonés, la Ōita Prefectural Library (1966).

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Ōita Prefectural Library © Yasuhiro Ishimoto

Proyectos tales como la Kitakyushu Central Library (1974) y el Gunma Prefectural Museum of Modern Art, revelan una exploración más personal. En el museo, la geometría clara del cubo refleja su fascinación por el vacío y la cuadrícula.

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Kitakyushu Central Library © FUJITSUKA Mitsumasa

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MOMA Gunma © Yasuhiro Ishimoto

Su obra fuera de Japón

En la década de los 80 recibió su primer encargo internacional, el Museum of Contemporary Art in Los Angeles (1981-1986, California, U.S.A.). De esta manera, se convirtió en uno de los primeros arquitectos japoneses en construir fuera de su país en una época en que la cultura occidental influía poderosamente en la oriental. Aunque controvertido y geográficamente desafiante, el edificio se resuelve empleando la proporción áurea y la teoría del yin yang, evocando así la naturaleza complementaria de las relaciones occidentales y orientales.

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MoLA © Yasuhiro Ishimoto

A este edificio le han seguido otros muchos en Asia, Europa, Norteamérica, Medio Oriente y Australia.

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Art Tower Mito © Yasuhiro Ishimoto

Isozaki trata de dar respuesta a las necesidades e influencias de cada entorno a través de un concepto llamado «ma», que interrelaciona tiempo y forma. La conectividad reflexiva entre la universalidad global y la identidad local se hace evidente a través de sus interculturales e interdisciplinarias soluciones, que reflejan una profunda sensibilidad a las necesidades contextuales, ambientales y sociales específicas.

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Ceramic Park Mino © Hisao Suzuki

En este sentido, el Palau Sant Jordi (1983-1990 Barcelona, ​​España), diseñado para los Juegos Olímpicos de 1992, está parcialmente enterrado para minimizar el perfil de unas instalaciones para 17,000 personas y, en cambio, resaltar la ladera de Montjuïc que rodea la cubierta abovedada.

Palau Sant Jordi © Hisao Suzuki

En su construcción se hace referencia a las técnicas de bóveda catalana, mientras que las formas inclinadas se inspiraron en las de los templos budistas. Materiales locales, como el ladrillo, las baldosas cerámicas y el zinc fueron utilizados como acabados.

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Palau Sant Jordi © Hisao Suzuki

Otras edificios conocidos son el Team Disney Building en Florida (1991), CAFA (China Central Academy of Fine Arts), el Art Museum en Beijing (2008) o el Shenzhen Cultural Center (2007).

Obras recientes

En los últimos años ha demostrado un extraordinario dinamismo con obras como el Qatar National Convention Center (2011), Ark Nova (2013), una instalación móvil e inflable, diseñada con Anish Kapoor para las regiones de Japón afectadas por el tsunami de 2011 y la poderosa pero elegante Torre Allianz en Milán, inaugurada en 2018. Con este proyecto, demuestra una vez más, su capacidad para comprender el contexto en toda su complejidad y para crear un edificio notable e inspirador que resulta un éxito tanto a nivel de la escala urbana como de sus espacios interiores.

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Lucerne Festival Ark Nova © Iwan Baan

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Allianz Tower © Alessandra Chemollo

Además, a lo largo de su trayectoria, Arata Isozaki ha tenido un gran impacto en la arquitectura mundial, a través de sus obras, escritos, exposiciones, organización de conferencias y participación en jurados de concursos. Ha animado a muchos arquitectos jóvenes de todo el mundo a participar en proyectos como el Fukuoka Nexus World Housing (1988-1991) o el programa Machi-no-Kao («la cara de la ciudad») de la Prefectura de Toyama (1991-1999).

Su búsqueda constante, sin miedo a los cambios y a probar nuevas ideas es todo un ejemplo. Su lenguaje se basa en una comprensión profunda, no solo de la arquitectura sino también de la filosofía, la historia, la teoría y la cultura. Reúne Oriente y Occidente, no a través de la imitación o del collage, sino a través de la creación de nuevos caminos. Por todas estas razones, el jurado del Premio Internacional de Arquitectura Pritzker ha galardonado a Arata Isozaki en su edición de 2019.

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Portada: Qatar National Convention Center © Hisao Suzuki

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