Mezcla de culturas en Barcelona.
Una intervención alberga la vivienda-estudio de una pareja formada por una artista y un arquitecto, además de un pequeño apartamento. En ella, el estudio encabezado por el arquitecto japonés Masaaki Higashi ha logrado transformar una planta baja oscura y sin encanto en un espacio limpio y luminoso, que combina lo mejor de las culturas nipona y la catalana.
El estado del almacén original era decadente, fragmentado y oscuro. Con una superficie de 250 metros cuadrados, permanecía intacto desde hace más de 60 años. Por ello, además de modificar por completo la distribución, el arquitecto decidió intervenir las instalaciones.
Junto a los nuevos desagües, se dispuso una solera con aislamiento térmico e impermeabilización.
El patio como corazón de la vivienda
La nueva distribución realizada por Mas-aqui convierte el antiguo patio de luces en el corazón de la vivienda-estudio. Alrededor de él se distribuyen los espacios, tanto de la casa como del estudio.
La nueva galería-patio comunica y relaciona el estar-comedor con el estudio. Una suerte de jardín privado muy del gusto oriental, al que ambos se abren a través de generosas cristaleras. Se generan así interesantes perspectivas y vistas cruzadas entre las zonas de día y de noche.
«La intervención no sólo responde a un deseo funcional y estético«, apunta el arquitecto. Para él fue prioritario desde un primer momento dotar de nueva vida y luz al espacio original, muy oscuro y cerrado.
Una escalera adosada al lindero da acceso a la planta alta, que situada sobre el estudio alberga la suite principal. Una piel de listones de madera finlandesa cubre la fachada, como un tapiz que salvaguarda la privacidad de sus habitantes. Con un fuerte carácter escultórico, deja intuir sutilmente lo que oculta su interior.
Una pared metálica móvil que pasa totalmente desapercibida cuando no está en uso, relaciona interior y exterior. Equipada con una bisagra oculta, cuando es necesario se desplaza al encuentro de la hoja acristalada del estudio, abierta 45 grados. Se logra así acceder del estar-comedor al estudio, y viceversa, sin salir al patio.
Fotografía: Jose Hevia