Jellyfish Vases, los poéticos floreros de Nendo.
La larga cola en la puerta del showroom de Jil Sander merecía la pena tan solo con atravesar la primera de las siete salas. Y eso a pesar de que la mitad de la instalación no era una novedad.
Invisible Outlines reunía 16 proyectos que exploran los límites de los objetos. Entre ellos, se podía encontrar su particular oda al papel Un-printed Material, ya presentada en noviembre del año pasado en Tokio. Puedes leer nuestro artículo sobre este proyecto aquí.
Otro de los proyectos expuestos era Border Table. Colección de mobiliario conceptual que utiliza el espacio como elemento, fusionándolo como parte de su estructura.
Los floreros medusa de Nendo
Pero la novedad de esta exposición eran Jellyfish Vases. Unos delicados floreros que son fruto de la experimentación con una silicona muy fina y transparente. El estudio Nendo tiñó sutilmente esta silicona para que su silueta contrastase con el agua en el que estaban sumergidos. El principal concepto detrás de esta instalación era redefinir el rol habitual del conjunto: flor, agua y jarrón. Con esta puesta en escena el estudio desmontaba la convencionalidad de los objetos.
El proyecto exponía los 30 ‘jarros medusa’ sometidos a unas ligeras corrientes controladas de agua dentro de un estanque. El resultado era que los floreros ondulasen suavemente recordando los movimientos lentos de estos misteriosos animales marinos.
La liviana imagen de la silicona teñida, el juego de translucidez y los pausados movimientos difuminaban los contornos de los jarrones. Una visión más poética que no la de una simple flor dentro de florero con agua.
Una visión artística para algo cotidiano. Tal y como nos tiene acostumbrados, el estudio Nendo sobrepasaron las lineas de lo plástico con sus diseños.