Conversaciones de sobremesa con Airbnb: hablando de la casa.
Ubicada en una estructura parecida precisamente a una casa, Sobremesa continúa la misión de Airbnb de apoyar y alentar a los nuevos talentos creativos de todo el mundo, tras Makers and Bakers durante el pasado Salone del Mobile de Milán, Housewarming en la edición 2015 de Milán y A Place Called Home en el London Design Festival 2014.
La sobremesa es un concepto profundamente arraigado en la cultura mexicana, pero difícil de comprender para los angloparlantes que visitaron Design Miami/: una cantidad indeterminada de tiempo que las personas pasan juntas alrededor de la mesa después de una comida, compartiendo una conversación casual.
Un concepto celebrado cada día desde el pasado 30 de noviembre hasta el 4 de diciembre, compartiendo comida, bebida, música, conexión y creatividad compartida: los visitantes han podido ayudar a «construir» la casa, mediante la adición de una serie de azulejos de colores. Con cada azulejo, los huéspedes han tenido la oportunidad de conmemorar su experiencia dentro del espacio, alterando permanentemente la estructura y dejando una marca personal. El espacio se ha ido transformando a lo largo de la semana, de forma cada vez más dinámica, con más personas interactuando con ella.
«Mucho de nuestro trabajo examina los espacios sociales y cómo los individuos interactúan con el entorno construido», ha explicado Ana Paula Ruiz Galindo, cofundadora de Pedro y Juana. «Trabajar con Airbnb en este proyecto es una gran oportunidad para aprovechar esta experiencia mientras exploramos elementos de nuestra ciudad natal, la Ciudad de México». «La idea mexicana de sobremesa es no apurarse sino disfrutar de una compañía compartida y conectarse a nivel personal», dice Mecky Reuss, cofundador de Pedro y Juana. «Es algo especial para la cultura mexicana y española que puede ser disfrutado por la gente de todo el mundo».
Una idea que comparten con Airbnb: al fin y al cabo, viajar con Airbnb tiene mucho que ver con la experiencia compartida y el intercambio cultural entre anfitriones e invitados.
Fotografía: James Harris