Cuando construir no es más que borrar capas.
Hablamos del Pósito Pesquero de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, un edificio construido alrededor de 1860 y que formaba parte del amplio complejo que componía el balneario de la ciudad, el cual incluía, entre otros, hasta un casino y un salón de baile. Así que imaginaros la majestuosidad del conjunto.
Fotografía ‘antes y después’
Después de un trabajo de documentación, los arquitectos José Amorós, Luis Rubiato y Patricia Navarro descubrieron que el edificio original había estado formado por una planta rectangular con una estructura de muros de carga de sillería vista y una cubierta de teja plana a dos aguas.
¿Pero qué ocurrió? Que las diferentes intervenciones realizadas a lo largo del tiempo, así como los cambios de uso sufridos en el edificio, lo habían modificado y desvirtuado “haciéndolo irreconocible y ocultando todo su interés constructivo”, nos cuentan desde el estudio, situado en Elche.
Por fuera los muros estaban recubiertos de diferentes capas de mortero y pintura. Dentro, un trasdosado de ladrillo revestido con azulejos ocultaba los muros de sillares y mampostería originales. Por otra parte, dos niveles de falsos techos de escayola “no permitían apreciar la imponente estructura original de madera que componía la cubierta del edificio”…
De modo que parecía lógico que la intervención más adecuada fuese recuperar la construcción original, eso sí, aportando nuevos elementos arquitectónicos para no quedarse simplemente en el pasado.
El proyecto original también incluía el diseño del mobiliario, si bien por razones ajenas al estudio finalmente esto último no se pudo llevar a cabo. En las imágenes que os mostramos podéis ver las visualizaciones de lo que hubiera sido el mobiliario, lo que nos permite recalcar el punto de tradición y modernidad que el estudio pretendía darle al conjunto.
La rehabilitación externa consistió en volver a dejar a la vista los muros de carga de sillería, los elementos de ladrillo en zócalo y las cornisas. La cubierta, por su parte, también se recuperó si bien aprovecharon para dotarla de aislamiento e impermeabilización.
La novedad son los dos grandes portones de la fachada que sirven para potenciar los accesos al edificio y ocultar – e integrar a su vez – las instalaciones que deben ubicarse en el cerramiento exterior. Dos cajones de chapa metálica pintada en color negro sirven para separar la carpintería de los accesos, respetando los recercados de ladrillo que enmarcaban los huecos originales.
El interior, por su parte, ha sufrido una redistribución de la superficie existente y una pequeña ampliación para proporcionar nuevos puntos de vista, situados en distintos niveles, proporcionando que ahora el público pueda disfrutar de la estructura de madera del techo.
Esto se traduce, entre otros, en dejar sólo un altillo intermedio, cuyo nuevo forjado está separado perimetralmente de los sillares y muros de mampostería para respetar la estructura original del edificio y diferenciarla de la nueva actuación.
Fotografías: Estudio ARN
Pósito Pesquero de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola
Carrer del Moll, 33
Santa Pola
Alicante