Relajarse como recompensa: Tortuga, de Sancal.
El requerimiento de la marca a los jóvenes pero talentosos diseñadores de Nadadora fue claro: proyectar un sillón «que se convirtiera en una merecida recompensa, en un objeto con el soñamos de camino a casa» tras un largo día. Y manos a la obra se han puesto, teniendo siempre al quelonio en la cabeza. Adorable reptil de paso lento y larga vida, Tortuga tiene una magnífica inspiración que le da nombre.
Tortuga viene con el hogar a cuestas, por ello, como no podía ser de otro modo, es un sillón recogido, cálido, confortable, mullido, suave, y además giratorio. Sin duda, toda una declaración de intenciones en la que se ha primado la auto-relajación, que lo convierte en un verdadero slow-lounge-chair.
Pero no hace falta llegar a casa para tener el premio. El resultado ha sido tan confortable que la pieza en cuestión es también una recompensa a los que pueden permitirse el lujo de que Tortuga sea su butaca de trabajo. Perfecta para esos jefes cool que no quieren un sillón clásico en su despacho.
También para visitantes fugaces, que esperan pocos minutos en salas de espera, o descansan un rato tranquilo en algún lobby de hotel de esos a la última que nos gustan en diarioDESIGN, Tortuga es la butaca perfecta, y su mesita acompañante, completa el círculo. La gama de colores ayuda a su versatilidad; pronto muchos querrán tener su propia Tortuga.
Estos textiles seleccionados trasladan a cada Tortuga a una dimensión mucho más exuberante, aportando al diseño diferentes acabados que sorprenden a la vista tanto como al tacto.
La colección se completa con la versión butaca giratoria, sin respaldo; y también con pufs/ottoman y mesitas auxiliares.
La propuesta parte así de un caparazón que abraza sin miedo al qué dirán, en el que poder dar rienda suelta al mundo de las letras o al de los sueños. Ideal para desconectar y disfrutar. Su simpleza formal conecta y continúa con la filosofía tranquila del estudio valenciano, formado por Isaac Piñeiro y Cristina Alonso, que a su honestidad formal y sencillez añade un punto extra a través de la profusión de tejidos con que se ha tapizado.