Suite for 10: cuando una casa parece un hotel.
Su amplia área social organizada en tres salones contiguos e integrados a una gran cocina abierta, permite esta densidad de ocupación al tiempo que promueve el compartir distendido.
En su mitad más privada, encontramos tres habitaciones en suite con vestidor y baño propios a la cuales accedemos a través de un pasillo recibidor que se plantea como oasis verde en el corazón de esta suite familiar que reconcilia aparentes opuestos: elegancia y practicidad; neutralidad y personalidad propia; interior y exterior; y los brillos metálicos con la frescura de la vegetación. Todo bajo un esquema de interiorismo que pretende llevar luz a donde no la hay, amplitud ahí donde escasea, comunicar lo previamente inconexo y sobre todo, brindar confort.
La comodidad es lo que prima tanto en las habitaciones de ‘hotel’ como en las de esta suite múltiple, no obstante, lo que quizás distingue en mayor medida a esta de las primeras, es su capacidad de almacenamiento: sus generosos vestidores flanqueados por armarios confeccionados en laminados textiles y con conexión visual directa sobre los amplios cuartos de baño revestidos en una sobria combinación de acabados cerámicos y microcemento efecto hormigón, particiones acristaladas, espejos pulidos y mobiliario en madera.
Al pie de la cama, se encuentra la televisión empotrada en un mueble de pared fabricado en roble de poca profundidad, pero con capacidad extra de almacenaje.
La cocina está equipada con una amplia variedad de electrodomésticos de alta gama, que van desde la necesaria placa de inducción hasta un calienta platos, pasando por una estufa de wok, una plancha teriyaki, una cafetera empotrada o una vinoteca climatizada integrada al refrigerador. Alrededor de una doble isla de preparación y consumo a dos alturas, esta cocina – comedor se plantea como el sitio idóneo para cocinar, comer y compartir en estrecha conexión con los jardines internos que apenas la separan del cuarto de baño de visitas y las áreas de lavado y planchado; o bien, en el otro extremo, de los salones y el estudio.
El repertorio mobiliario se amplia en los salones y el estudio para dar cabida a las formas más diversas de esparcimiento y socialización, conjugando bancos, taburetes, pufs, sofás y butacas con mesillas, escritorios y bibliotecas que, bajo un esquema de iluminación cambiante compuesto por iluminación técnica cenital, iluminación arquitectónica perimetral y acentos lumínicos decorativos de sobremesa y de pie, hacen de la transición entre el día y la noche o del desayuno a la fiesta algo fácil y natural.
Juntar, reunir y combinar, estas parecen ser las claves de este nuevo proyecto de Egue y Seta en el que los clásicos del mobiliario contemporáneo se alternan con piezas de tendencia.