IKEA se vuelve hidropónica: ya puedes cultivar tu ensalada en la cocina.
La nueva serie KRYDDA de IKEA incluye todo lo que necesitas para ponerte manos a la obra con tu huerto urbano: las semillas, el vivero, los sets de cultivo, las piedras pómez, los apliques de luz y la iluminación para el cultivo.
Sus estanterías de cultivo tienen una, dos o tres baldas, que se pueden usar para cultivar plantas que se encuentren en distintas etapas de crecimiento, con lo que siempre tendrás a mano algo fresco para cenar. También puedes reservar un nivel para cultivar plantas y los restantes como almacenaje extra, ¡tú eliges cuanto quieres cultivar!
Puedes disfrutar de tu cosecha de mil maneras distintas. IKEA ha creado algunas recetas para ayudarte a dar el primer paso.
¿Qué hacer con las semillas que sobran? ¿Por qué no invitar a tus amigos y vecinos para que comiencen a cultivar también y organizar el intercambio de semillas? Los paquetes de semillas también son una idea divertida para regalar.
Además se trata de un cultivo que no puede ser más local: crece dentro de tu casa. Más que kilómetro cero, podríamos decir que es ¡centímetro cero!.
Por otro lado, el sistema hidropónico de IKEA es compacto, pero también muy productivo.
Con las condiciones óptimas el crecimiento en agua es más rápido que en tierra. El consumo de agua es menor porque solo se cosecha lo que se necesita y cuando se necesita. Se emplea la cantidad exacta de fertilizante y se desperdicia muy poca cantidad, al contrario que en el cultivo en tierra. La hidroponía es un cultivo más limpio que el cultivo en tierra y con él se gasta mucha menos agua.
El desarrollo de un sistema de cultivo hidropónico sencillo y asequible para todo el mundo, ha sido fruto de un proceso de colaboración entre científicos agrícolas en Suecia y Ronnie Runesson, un apasionado desarrollador de producto de IKEA.
Durante su estancia en China, se percató de lo complicado que resultaba cultivar alimentos en casa en ciudades con alta densidad de población como Shanghai. Como hijo de un granjero, el campo ha formado siempre parte fundamental de su vida, así que decidió explorar con IKEA cómo se podría incorporar el cultivo en nuestras casas.
El primer paso fue visitar invernaderos para descubrir de qué manera se podría trasladar ese tipo de tecnología al hogar. Fue durante la visita a un invernadero en Taiwan, especializado en el cultivo hidropónico de vegetales, cuando se percató del poco espacio que necesitaba para producir.
Pero esto era algo que IKEA nunca había intentado antes, así que decidió buscar partners que les pudiesen ayudar en este desarrollo, como la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia.
El reto consistía en convertir un sistema complejo en un producto sencillo y económico. Un factor muy importante es la iluminación, ya que no se puede usar cualquier tipo de luz. Por supuesto la luz del sol es la iluminación óptima, pero si lo que se quiere es cultivar en interiores, el problema es que no se dispone de la misma cantidad de luz durante todo el año. Así que se tuvo que desarrollar un tipo de luz muy específica.
Se optó finalmente por lámparas LED. El reto consistía en encontrar qué color (que es muy importante para las plantas) y qué cantidad de luz se debía de emplear. La altura de la luz resultó ser también un elemento importante, no debía de estar ni muy cerca ni muy lejos de la planta, llegándose a la conclusión de que la distancia ideal son 30 centímetros. La iluminación LED emite además muy poca cantidad de calor, por lo que es perfecta ya que permite a las plantas crecer sin estropearlas.
Elegir el tipo de cultivos adecuado fue otro factor decisivo del proceso. El clima interior tiene muy poca humedad. Así que se contactó con distintas compañías de semillas y se buscaron variedades interesantes: debían ser estéticamente atractivas, bonitas, sabrosas y de crecimiento compacto. También se investigó si el valor nutricional era diferente en el cultivo tradicional respecto al hidropónico. Y, de hecho, se descubrió que no hay ninguna evidencia en que haya diferencia alguna. Las raíces de las plantas recogen la misma cantidad de nutrientes, ya sea en el suelo o en el agua.
Además, el cultivo hidropónico es mucho más que hacer crecer las plantas, es una muy buena manera de aprender acerca de la naturaleza. Para cultivar se necesita un poco de paciencia, hay que cuidar las plantas y esto puede ser muy interesante para las familias, ya que es una manera muy buena de que los niños aprendan a respetar el lugar de origen de lo que comen.
Hoy en día muchas personas viven en áreas urbanas, sin acceso a tierra de calidad. Este fenómeno forma parte de la gran tendencia a la urbanización: la gente vive sin la posibilidad de tener su propia cosecha.
En los países en vías en desarrollo, este tipo de sistema de cultivo es fundamental. Permite cultivar no sólo por diversión, sino también porque da la posibilidad de hacer crecer elementos fundamentales para la dieta de muchas personas. Puede ser una forma de conseguir ingresos extras al producir excedentes. En definitiva, estos sistemas de cultivos pueden mejorar la vida de mucha gente.
¡Felicidades IKEA por este nuevo proyecto!