La Fundación Kiesler premia el espíritu experimental de Andrés Jaque.
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El jurado, formado por figuras de reconocido prestigio como Ben van Berkel, Beatriz Colomina, Peter Kogler, Stella Rollig y Benedetta Tagliabue ha subrayado la conexión entre el espíritu de Frederick Kiesler – que siempre actuó en el umbral entre el arte y la arquitectura, a través de un enfoque experimental con el que estableció nuevos protocolos y abrió nuevas perspectivas – con el que transmiten los diseños, instalaciones y performances de Andrés Jaque.
Su oficina es única por el intenso “trabajo de campo” que realiza para documentar y analizar los nuevos patrones de la vida contemporánea, que le sirve como vehículo para diseñar espacios lúdicos de gran belleza, que ponen en escena las nuevas formas de colectividad e interactividad sociales, dentro del marco de las cambiantes condiciones de las economías mundiales y locales.
© Miguel de Guzmán
Se trata por tanto de un trabajo completamente contemporáneo y sensible. Refleja la diversidad de la sociedad contemporánea, ignorada por las tipologías estándar de la arquitectura y el urbanismo.
© Miguel de Guzmán
El jurado también ha valorado el carácter multi escala de su obra, que considera desde los micro-datos ofrecidos por los nuevos medios de comunicación social, hasta las transformaciones macroeconómicas, repensando la arquitectura en todas ellas de una manera provocativa. Su trabajo también es único difuminando los límites entre el arte, la arquitectura y la política.
© Miguel de Guzmán
Por último, el jurado se ha sentido satisfecho de otorgar este año el premio (que han obtenido antes figuras como Frank O. Gehry, Toyo Ito o Olafur Eliasson) a este estudio caracterizado por la genial combinación entre la lúdica estética y el profundo análisis, cuyo resultado son algunos de los más originales, provocativos e influyentes trabajos en el campo de la arquitectura que se han visto en los últimos años.
Fotografía de Portada: © Miguel de Guzmán
