La exquisita Gubi se renueva por fuera y por dentro.
La empresa familiar Gubi, fundada en 1967 en Copenhague, no para de sorprendernos. Su pasión por descubrir iconos del pasado con la intención de reeditarlos y su apuesta por diseñadores contemporáneos de talento, ha hecho de la firma un nombre internacional.
Tal como ellos comentan: “Nos vemos a nosotros mismos como cazadores de tesoros, donde la curiosidad, el valor y la intuición, son componentes claves para nuestro éxito. En Gubi siempre estamos en una búsqueda continua. Un viaje”.
“Nos gusta viajar, buscar y encontrar los restos perdidos del pasado para incluirlos en nuestra colección de muebles”.
Y para muestra un botón: la colección de muebles diseñada por Barba Corsini para los apartamentos de La Pedrera, fue recuperada por GUBI en 2009 y sigue produciéndose con éxito.
GUBI ha rediseñado recientemente los 2.000 metros cuadrados del showroom que tiene en la zona portuaria de Copenhague. Las últimas novedades de la firma y las colecciones existentes de diseños contemporáneos, conviven en una armoniosa composición de escenarios de la vida cotidiana. Los sets se han complementado con accesorios y decoraciones florales, creando en el showroom un oasis residencial con interiores sabiamente coordinados para configurar un comedor, un salón y una oficina; todo lo que han representado las colecciones de Gubi a lo largo del tiempo.
El espejo FA 33, que decora el espacio del salón, forma parte de los nuevos productos de Gubi. Este espejo fue diseñado en 1933 por el reconocido arquitecto y diseñador industrial, además de artista y publicista, Gio Ponti. Lo produjo Fontana Arte, empresa en la que Ponti ejerció como director artístico.
Otra de las novedades de GUBI es la colección Stay que consta de dos sillones y tres sofás. Su forma escultural y orgánica abraza al usuario y le anima a permanecer sentado. Es un diseño del estudio Space Copenhagen, formado por los interioristas del famoso restaurante con estrella Michelin Noma en Copenhague.
La colección G-10, es otro de los diseños sin descubrir de la diseñadora sueca Greta M. Grossman en 1950. Las lámparas se caracterizan por su pantalla, que da al espacio una luz muy agradable, y su superficie rugosa para contrastar los detalles de latón pulido. La colección, que consiste en una lámpara de pie y una de suspensión, tiene un encanto de lujo refinado que combina con un carácter industrial.
El resultado es una colección ecléctica, intercontinental que difumina las líneas entre el pasado y el futuro. Un amplio surtido sugerente y extremadamente estético de diseños caracterizados por formas simples, materiales originales e innovadoras técnicas que desafían al tiempo y el espacio.
Ya tenemos ganas de conocer cuál será la próxima colección de Gubi.
