Casa Ishibe: el sueño de vivir en un almacén.
Sin embargo, el proyecto planteaba entre otros problemas el del aislamiento, ya que resulta muy caro conseguir el confort necesario para una vivienda en este tipo de edificios.
Después de realizar un estudio llegaron a la conclusión de que salía por el mismo coste construir un edificio nuevo con aire de almacén rehabilitado. La parcela en la que se levanta se encuentra entre una antigua zona residencial y un nuevo barrio en crecimiento.
El exterior toma la forma clásica de ‘caja’ blanca. En el interior, también un cubo blanco alberga las habitaciones que necesitan privacidad, replicando la forma del exterior.
El espacio posee una doble altura, y no está compartimentado en estancias con una funcionalidad específica.
Los espacios tienen un carácter de open space, para que los usuarios pueda organizarlos de la manera que mejor se adapten a su estilo de vida.
En los acabados predomina la madera, un material natural, cálido, con una gran variedad de matices y de texturas, que se combina con el pavimento continuo de hormigón pulido y las sencillas zancas y barandillas de acero de la escalera.
Terminado el proyecto, los autores quieren que su cliente disfrute de una vida espiritualmente rica en esta vivienda que añade, esperan, profundidad existencial.