SURI, el prototipo alicantino para mejorar los campos de refugiados.
En este post os vamos a hablar un poco de ello a raíz del proyecto que ha desarrollado una empresa alicantina y que viene a demostrar cómo las soluciones innovadoras en el campo del diseño y la arquitectura no se aplican únicamente a propósitos del primer mundo sino también en el terreno de la cooperación.
El proyecto, un prototipo que ya está en fase de fabricación, se llama SURI y es la evolución de una empresa, Urbana IDR, que ha pasado de dedicarse a la rehabilitación, reparación y conservación de cualquier tipo de construcciones a convertirse en proveedora de Naciones Unidas.
Todo empezó a partir del terremoto de Lorca en 2011. Aunque quizás el público general no sepa este dato, la localidad murciana tuvo durante dos años un campamento para quienes perdieron sus viviendas y los que esperaban a que las suyas fueran reconstruidas. Urbana IDR participó en esto último, y estando allí pudo comprobar “las difíciles condiciones de vida en las que se encontraban las víctimas y los equipos de ayuda”, nos cuenta la empresa.
El equipo volvió a experimentar la misma situación tras el terremoto de Haití, a donde acudieron para formar parte de un proyecto de construcción de refugios dirigido por Naciones Unidas.
A partir de ahí, el departamento de I+D+i decidió crear un proyecto empresarial paralelo destinado a ofrecer “una solución de alojamiento para situaciones de emergencia (desastres naturales, conflictos bélicos…) que mejorase las condiciones de vida y trabajo de la gente involucrada”. Esta nueva rama se llama Suricatta Systems.
El objetivo era crear construcciones rápidas “con unos objetivos muy exigentes” en cuanto a mejorar cuestiones como la logística, un fácil montaje, un precio asequible, la recogida de agua, energía solar, y sobre todo la mejora de las condiciones de habitabilidad (aislamiento, transpirabilidad…). El modelo se llamaría SURI (Shelter Unit for Rapid Installation).
Durante los últimos tres años el equipo ha estado trabajando para obtener una solución acorde a estas exigencias, “lo que finalmente ha consistido en recuperar conceptualmente los sistemas de arquitectura más tradicional en adobe y combinarlos con los materiales plásticos y multicapa más avanzados”.
El SURI, por tanto, es una unidad básica, diseñada para alojar a una persona y hecha completamente de plástico, que recoge, además, las especificaciones del Proyecto Esfera en cuanto a las normas mínimas universales en las áreas de ayuda humanitaria.
Un SURI está formado por dos marcos estructurales unidos por una pieza de cerramiento que permite desplegar el conjunto, el cual incluye la estructura que sustenta suelo y cubierta. Por último se cierra el sistema con la fachada. Las unidades permiten ensamblarse en dos direcciones por lo que en función del número de personas y las necesidades, se pueden configurar diferentes agrupaciones. El modelo que más se repite – y que recibe el nombre de SURI Shelter – está formado por cuatro unidades SURI y dos fachadas que, por dimensiones, es el equivalente a una tienda de campaña familiar de las que se utiliza en ayuda humanitaria.
El sistema se completa con un anillo técnico que envuelve el espacio interior dotándole de condiciones de habitabilidad óptimas (que, además, se puede configurar en función del emplazamiento y el clima) y un muro rellenable que hace las veces de cimentación al tiempo que mejora la inercia térmica del cerramiento y actúa de protección como barrera al exterior. Existe la posibilidad de incluir sistemas que le dotan de autosuficiencia energética, incorporando un panel solar en la cubierta y un depósito en el interior para almacenar la recogida del agua.
A todo esto, se ensambla con uniones en seco, con una única herramienta y solo hacen falta dos personas para llevar a cabo el montaje. La fabricación del SURI, por su parte, se realiza en España con proveedores del sector del plástico, entre ellos los productos terminados de Dupont como Tyvek.
Podéis ver los detalles en este vídeo: www.youtube.com/watch?v=Z-dEZwNpx4g
Con la ayuda de promoción que han conseguido por parte de las Naciones Unidas o el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, ya han empezado a desarrollar los primeros pedidos.
Por cierto, que las propuestas que les han llegado les han llevado a descubrir el potencial del proyecto como sistema de arquitectura modular de bajo coste y altamente versátil. “Desde alojamientos para trabajadores en Kuwait y Perú; aulas y centros médicos en Nigeria y Ghana; posibles aplicaciones militares para el ejército español y noruego; alojamiento a modo de camping en Valencia; puntos de información y registro en eventos deportivos en Madrid y Alicante…”, detallan.
Aunque la oficina central se ubica en Alicante, el Suricatta Systems les ha permitido ampliar sus instalaciones con una oficina en Valencia y dispone de un espacio de trabajo en la Cámara de Comercio Española en Londres.