Cósimo de Monroy, el neohedonista que nos acerca el arte.
Advertorial. Los tiempos cambian, y con ellos las personas y su percepción de las cosas. Hoy en día, el diseño ha dejado de ser algo para iniciados, y todos vamos apreciándolo. De la mano van muchos de los placeres de la vida. Desde la cocina gourmet al arte que antes parecía terreno acotado para entendidos. Vivimos en una era marcada por un hedonismo sano, que nos lleva a disfrutar de más cosas, y a vivir experiencias o disfrutar de cosas que antes no habrían estado a nuestro alcance.
Una época para»gente con soul»: así la ha bautizado la marca de automoción Kia junto a la revista GQ, en la que están apareciendo personajes que representan esta forma de ser positiva, alegre, curiosa y comprometida con la vida, el placer y el arte. La etiqueta #genteconsoul ya circula por Twitter e Instagram con ejemplos de lo que ésto significa.
Y un ejemplo de esta nueva generación de personas con espíritu libre y activo ante la vida es el historiador del arte Bruno Ruiz-Nicoli, al que muchos conoceréis por su alter-ego en Internet: Cósimo de Monroy.
Bruno ha reunido todas sus aficiones, desde el arte a la comunicación, y las proyecta a través de relatos en los que comparte sus vivencias y su experiencia. Como él mismo cuenta en esta entrevista en la revista GQ: «Escribo textos de ficción protagonizados por personajes con aspiraciones, políticamente incorrectos, sofisticados e inquietos. Personajes que integran el arte en sus vidas. A través de ellos proyecto todas mis inquietudes.»
Varios de ellos podéis encontrarlos en su web, CosimodeMonroy.com, donde habla de arte, vinos, literatura, gastronomía… O quizá os interese participar en una de las sesiones de acercamiento al arte que realiza en su propio hogar. Y es que Bruno ha decidido acercar el arte al gran público, para que entendamos que no es necesario ser un estudioso para apreciar la belleza y las sensaciones que el arte nos propone.
Y es que Bruno es, en el fondo, un «neohedonista» de los que hablábamos al principio. Porque vida sólo hay una, y está en nuestra mano vivirla disfrutando de todas las opciones que nos propone, y de una forma positiva y abierta.