Matali Crasset crea Monoplan, un avión que vuela con la imaginación
«La imaginación de los niños es la herramienta más potente que hay. Una cualidad que los adultos en general hemos perdido. Monoplan es para ellos: les invita a volar, a disfrutar del cielo, en el primer avión fabricado en mimbre», nos cuentan desde el estudio de diseño francés.
Volando
Monoplan puede transportar dos y hasta tres pasajeros con equipaje de mano. Y permite mascotas de todos los tamaños en su cabina. Además de todo tipo de peluches achuchables y animales del zoo que quieran vivir una aventura bajo el cielo azul.
«Es el primer avión sin motor, 100% ecológico. Funciona gracias al poder del juego y la energía de los sueños. En su interior todo está permitido: comer, dormir, jugar… Por supuesto, es indestructible. Y es intergaláctico. Y…» Matali Crasset nos invita así a volar, hasta el infinito y más allá, como no podía ser de otra manera.
En palabras del etnólogo francés Emmanuelle Lallement, los objetos diseñados por Crasset y su equipo suponen una vuelta a la infancia, una manera de verlos como objetos y no como su función establecida hace que los veamos permitiendo un millón de distintas posibilidades. Una «infancia adulta», en la que las experiencias vuelven a ser posibles de nuevo y la realidad o lo establecido no son lo que domina. El particular universo de Matali Crasset y sus diseños se puede conocer en diarioDESIGN.
Monoplan se presentó en PlayWithDesign #3, durante el fin de semana del 31 de enero, 1 y 2 de febrero en el Salon Playtime de París. Y es una colaboración de Crasset con la cooperativa agraria La Vannerie de Villaine, el mayor productor de mimbre y ratán de Francia.