Poppy Day. Un mar de amapolas de cerámica florece en La Torre de Londres.
Y lo que se ha bañado de rojo ha sido el foso de la Torre de Londres, lleno de las amapolas características que visten las solapas de los ciudadanos británicos cada noviembre pero realizadas de forma artesanal para la ocasión, en cerámica y de una en una. El artista Paul Cummins ha sido el encargado de realizarlas, y han sido colocadas por voluntarios desde el pasado agosto hasta que, coincidiendo con el Día del Armisticio, el joven cadete de Berkshire de trece años Harry Hayes, ataviado con uniforme militar de camuflaje, ha sido el encargado de colocar la última de las 888.246 amapolas, en un acto multitudinario que ha contado con la presencia de la Reina, los Príncipes de Gales y el Primer Ministro entre otras personalidades.
No te pierdas el emotivo vídeo del making of de las más de 800.000 flores de cerámica. Cada una hecha a mano con delicadeza y cariño, en recuerdo de cada uno de los soldados que perdieron sus sueños e ilusiones en la terrible primera Gran Guerra.
Una instalación ideada por Tom Piper que ha conformado un pequeño río rojo que inunda el recinto. Las amapolas han rodeado el icónico edificio, creando no sólo una exhibición espectacular visible desde todo el contorno de la torre, sino también un lugar para la reflexión personal, y para recordar la magnitud del importante centenario, valiéndose para ello de un poderoso símbolo visual.
Unos 17.500 voluntarios se han encargado de colocar las amapolas desde el pasado agosto, y unos 8.000 serán los que las retiren a partir del miércoles 12 de noviembre. La retirada se realizará en varias fases para permitir que se pueda visitar la obra hasta finales de mes.
Las amapolas pueden ser adquiridas por el precio simbólico de 25 libras esterlinas. Los fondos que se consigan con su venta se destinarán a seis organizaciones militares benéficas.
Más sobre el Poppy Day y la instalación en las redes sociales con el hashtag #TowerPoppies y la web de los Historical Royal Palaces.