Ateliers Michael Herrman diseña un dúplex en la zona más chic de París.
El resultado es un dúplex de tres dormitorios que por un lado conserva el carácter del edificio de 200 años en que se sitúa, y mantiene un estilo loft único en el corazón de la capital francesa. Por ello se ha desarrollado un proyecto que se basa en el concepto de museo: las paredes de piedra caliza originales y vigas de roble se han excavado y se muestran con una precisión arqueológica, mientras que la adición de un suelo de cristal y las paredes de las habitaciones permiten conservar un poderoso sentido de apertura, estando conectados visualmente entre sí y con las vistas del cielo y los tejados de París.
Siempre que fue posible se restauraron o revelaron los elementos originales o estructurales del edificio parisino, yuxtaponiéndose con materiales modernos y formas minimalistas.
Los tres dormitorios se reparten en los dos niveles de la vivienda, contando con baño privado, y se organizan en torno a un patio interior situado en una de las esquinas del edificio.
El patio interior funciona como terraza, rodeado de paredes de cristal de cinco metros de altura. La terraza parece ser una habitación interior, que contiene una antigua chimenea de mármol, un espejo y una lámpara de araña con un jardín vertical de siete metros de altura que se eleva a través de los dos niveles de la vivienda.
Al patio se accede a través de un salón típico de mediados del siglo XIX, que contrasta fuertemente a través de su diseño con la escalera de claro carácter contemporáneo. La relación interior-exterior se fundamenta también a través de las baldosas del suelo, que parecen pasar a través del vidrio y continúan fuera.
La funcionalidad es otro de los rasgos fundamentales del apartamento. El uso del vidrio se ha realizado a través del diseño, empleándose también en los armarios de la cocina, y los azulejos en mostradores y accesorios en todo el apartamento.