Madera de las mejilloneras de la Ría de Arousa, reutilizadas en la villa Dezanove House.
El arquitecto español afincado en Londres Iñaki Leite es el autor de esta casa situada en la ría de Arousa, concretamente en el municipio coruñés de la Pobra do Caramiñal.
La increíble vivienda, denominada Dezanove House puede alquilarse para pasar unos días de vacaciones.
El pequeño terreno en el que se encuentra la vivienda es irregular y tiene una pendiente del 20%. Está en la cima de una playa y cuenta con una pared de roca de granito natural en su lado norte. De esta manera, la casa se apoya contra la roca, mira al mar y busca el sol.
La normativa urbanística es muy restrictiva en la zona, ya que está en la línea de la costa. Al mismo tiempo, la parcela es bastante estrecha, así que el arquitecto tuvo que optimizar la ubicación y la volumetría del edificio.
En el diseño tuvo también gran influencia la industria de producción del mejillón de la ría. La forma, sistema constructivo y materiales del proyecto se inspiran en este tipo de pesca. La casa recuerda las viejas estructuras en las que se cultivan estos moluscos.
De manera similar a las plataformas sobre el mar, la casa también parece flotar. Por lo tanto, la integración del volumen se produce no sólo a un nivel cromático, sino de una manera más conceptual y culturalmente arraigada.
El cliente pidió al arquitecto una residencia de vacaciones y de descanso. Quería un ambiente relajante y una gran cantidad de luz natural. La cocina tenía que ser muy grande y desempeñar un papel importante en el núcleo de la casa, tenía que ser un espacio social clave.
Con todas estas premisas, la casa tenía que contener un salón principal, cocina y dos dormitorios en la planta superior. Se tenía que incluir también en la planta baja un espacio para invitados autónomo con entrada independiente, con cocina, baño y dos dormitorios.
Gracias a las generosas claraboyas y ventanas, la luz natural inunda la vivienda y establece se diálogo con la naturaleza de la ría.
Los espacios se dividen en dos volúmenes interconectados: el que es más privado se puede cerrar completamente gracias a unos paneles de madera. Este cuerpo se caracteriza por la áspera textura de la madera que recubre su fachada. En su interior destaca la utilización del hormigón.
El volumen público tiene el carácter opuesto. Contiene las principales zonas de estar y posee una amplia cristalera que permite contemplar las tranquilas aguas de la ría. El interior de este volumen revela un tratamiento más cuidado de la madera, proporcionando una sensación de confort y calidez, mientras que en el exterior el hormigón es el material dominante.
Otra característica importante es la relación visual entre los diferentes espacios interiores, que contribuye a la interacción entre los habitantes y proporciona sensación de amplitud.
En el proyecto predominan dos materiales: la madera y el hormigón.
La madera proviene del reciclado de las mejilloneras locales. Se trata de un material expuesto al mar y el clima de la costa durante más de 25 años, y que se suele reutilizar en viñedos o jardinería. El uso de esta madera en la arquitectura es pionero. Las vigas han sido tratadas y reducidas a la mitad para producir dos texturas diferentes. La parte exterior de la viga, de acabado áspero, mantiene la textura original. Por lo tanto, se utiliza para la fachada como respuesta a la escala urbana. Por el contrario, la madera utilizada en el interior, pertenece a la parte interna de la viga y se utiliza para proporcionar mayor calidez y confort visual.
El hormigón de los muros, losas y elementos estructurales proporciona inercia térmica para aumentar el confort.
En los baños destaca la utilización de superficies lisas con materiales naturales.
La vivienda tiene una alta calificación energética (A). Para el arquitecto este aspecto tiene un componente emocional y mejora directamente nuestra relación con la naturaleza. Esta alta calificación se logró mediante un complejo sistema de ventilación y calefacción, un elevado aislamiento, y el uso de grandes superficies de vidrio orientadas al sur, combinadas con el uso flexible de elementos de protección solar.
Fotografías: © Adrián Vázquez
