El calzado infantil florece en un bosque efímero diseñado por el estudio valenciano Masquespacio.
El proyecto ha sido desarrollado por el estudio para demostrar cómo la creatividad es capaz de apoyar visualmente “cualquier producto, haciéndolo más atractivo para el comprador potencial”.
También el hecho de que la creatividad no entiende de límites ni recursos económicos. El bosque de Masquespacio está hecho con cartón pluma, hilo de nailon y vinilos. Y no por capricho sino porque, de cara a rentabilizar la exposición, tuvieron que trabajar con materiales producibles en la feria, como es el caso del cartón y los vinilos. Además, los elementos del bosque, diseñados en Illustrator, fueron cortados a mano por los mismos rotulistas del recinto.
Y esto tras comprobar que no podían aprovechar elementos de ediciones anteriores, salvo unos árboles diseñados por ellos mismos para otra convocatoria de la FIMI y que la organización ha querido incluir en esta instalación, explican.
El bosque, de 30 metros cuadrados, lo formaban 39 flores, una por cada marca de calzado, y cada una diferente del resto. Con la particularidad de que todas estabas hechas con patrones de ropa, un guiño de Ana Milena Hernández Palacios – cabeza del estudio – a una feria mayoritariamente de moda.
Las flores colgaban del techo mediante hilo de nailon, lo que permitía que girasen suavemente, mostrando así cada lado de los zapatos.
En el interior del bosque, el sendero que se abría paso entre las flores y los árboles guiaba al visitante por la exposición. Los árboles, a su vez, servían para mostrar las leyendas de cada firma.
Distintos tonos de rosas, naranjas y violeta fueron los colores elegidos para representar un bosque inspirado en el otoño, consiguiendo un ambiente infantil de suave colorido y fantasía.
Fotografías: David Rodríguez de Cualiti