El vino y sus matices inspiran el diseño del espacio Entrecepas de Astorga, León.
Así, se entiende el espacio como un gran contenedor perfilado superiormente por el techo ondulante de lamas de madera de roble macizo e inferiormente por el suelo de baldosa hidráulica, que se pliega a modo de mesas conectando visualmente a través de los vacíos generados el ámbito de la vinoteca con la bodega ubicada en el sótano.
Conectado a la vinoteca mediante una escalera original de madera con balaustrada de forja de hierro se sitúa el restaurante. En él se hace referencia a la última fase en el proceso de elaboración del vino, que es el embotellado, en diversos elementos como son las vidrieras o el biombo-botellero que envuelve el office.
Asimismo, se busca la esencia de los materiales originales mediante su conservación y puesta en valor: pilares de hierro fundido, entarimado de madera y muros de piedra y ladrillo.
De esta manera, se puede entender el restaurante como la culminación de la metáfora en torno al vino iniciada en la bodega y la vinoteca.
Fotografía: ImagenMas, Virginiaarq