El restaurante Chico’s, en Finlandia, sumerge al local en el espíritu de la América más urbana y actual.
A la habitual fórmula de ambiente industrial + vintage, lo acompaña esta vez una serie de murales que en algunos casos recuerdan a los grafitis callejeros y, que en definitiva, pretenden situar a los clientes en las mismas calles de Nueva York.
Las pinturas son obra de los artistas Juha Lahtinen y Samuli Suonperä.
Lamas de maderas en forma de palés distribuyen el espacio y encierran las mesas en grupo, consiguiendo un efecto de privacidad, a modo de pequeño salón privado.
La diversidad y combinación de materiales salta a la vista continuamente. Si en el techo se ha dejado toda la estructura a la vista, en el suelo se ha optado por lamas de madera envejecida en el centro y hormigón pulido en el perímetro. Para las paredes, por su parte, en algunas han dejado el ladrillo a la vista, y otras las han forrado con madera o la misma tela que la de los sofás.
Los sofás, de tejidos naturales, son otro de los puntos de atención del local. Sus colores marcan la pauta cromática en todo el restaurante: grises oscuros, negros y distintas gamas de marrón.
Para romper estas monocromías, se han introducido pequeñas dosis de azules, rojos o verdes olivos en la tela de los asientos. También se rompe con el amarillo del interior de las lámparas del techo de la zona central y, por supuesto, con el colorido de algunos de los murales.
Otro de los golpes de color está en la zona de la barra, que sigue la forma de un contenedor de mercancías elevado bajo el cual está el mostrador.
El restaurante Chico’s está en el interior del centro comercial Iso Omena, que en el lenguaje local significa, cómo no, La Gran Manzana.