La capilla de los Calvariennes, el templo particular de la joven diseñadora Constance Guisset.
La muestra tuvo lugar en la capilla de los Calvariennes y de su diseño se encargó la propia Guisset que, como ya ha demostrado en ocasiones anteriores, es también una excelente escenógrafa.
Esta es la primera exposición personal que se ha realizado sobre su trabajo y recopila los proyectos llevados a cabo por Guisset durante los últimos siete años en las áreas del diseño, la escenografía y el vídeo. A través de cientos de maquetas, algunas a escala y otras en miniatura, la exposición permite apreciar la copiosa experimentación con las formas que caracteriza su proceso de trabajo. Las más voluminosas se ubicaron colgadas de percheros mientras que las más pequeñas se situaron en el suelo a modo de parterre.
En la nave central de la capilla Guisset situó gran parte de sus piezas producidas, una selección de lámparas, butacas, espejos, bancos y cubertería. El conjunto abarcaba desde sus gráciles lámparas Cape, con una forma a medio camino entre una capa y un pájaro, hasta la tenebrosa lámpara Vértigo pasando por su mecedora de madera Dancing Chair o la de tiras de aluminio Sol (en las imágenes de apertura), lanzada ésta última recientemente por la firma italiana Molteni.
Además, en dos pequeñas capillas laterales Guisset dispuso la zona para los trabajos de vídeo y escenografía. Una de ellas cuenta con un gran sofá redondo en tejido de Mayenne desde el cual se visualiza las películas mientras que en la otra Guisset realizó una instalación de iluminación.
Fotos: ©Photo Guisset