S-Mahal en Corea del Sur, la casa que quería echar a volar.
Es obra de Moon Hoon, un arquitecto coreano interesado en difuminar los límites de la arquitectura con otras disciplinas. El cliente es un veterinario interesado en la religión, la música coreana tradicional y la filosofía china, quien pidió al arquitecto (al que conocía desde niño) que diseñara una casa para él, su esposa y sus suegros. Quería vivir en India en un futuro y quería que la vivienda tuviera reminiscencias de la cultura de este país, por lo que pidió al arquitecto que la futura residencia contase con un patio interior, espacio en el que poder criar animales, y una sala de oración.
Moon Hoon creó una vivienda con siete patios interiores (uno correspondiente a cada habitación, más uno central en el que se pueden criar animales) y una piscina. Un balcón perimetral, en el que los perros y los gatos del dueño deambulan libremente, la rodea.
Flotando sobre el patio central se encuentra la sala de oración, que sirve también como un espacio de observación del entorno natural.
A la hora de plantearse el problema técnico del cerramiento del balcón perimetral, el bajo presupuesto empujó a adoptar como solución unas cortinas rojas y blancas hechas de tela impermeable. Al ondear con el viento, este efímero elemento dota a la casa de vida propia y permite vivir sensaciones únicas a sus habitantes.
Reportaje de Arantza Álvarez. Imágenes de Park Chan Woo y Kim Yong Kwan. Dibujos de Moon Hoon.