Restaurante Kin en Londres: un restaurante chino reconvertido en un acogedor tailandés.
El proyecto fue una oportunidad fantástica para crear una nueva y refrescante experiencia gastronómica, respetando siempre la historia del edificio existente. Por consiguiente, aunque los pisos del sótano, planta baja y primero se han remodelado ampliamente, se han creado referencias a la construcción anterior.
Paredes de ladrillo visto y suelos vintage, unidos a una elección cuidadosa de materiales y una paleta de colores amplia aplicada principalmente en la zona de la barra, consiguen dar un aspecto acogedor. Además un mural en que aparece un típico dibujo manga pone la atención en el origen «oriental» del lugar.
La iluminación es una de las claves del diseño, en la forma de apliques de bombilla vista, flexos sacados de contexto o lámparas con forma de armazón de bombilla que crean peculiares efectos encendidas y se convierten en las protagonistas de la planta baja.
Muebles bespoke, realizados a medida para el lugar, especialmente la barra de hormigón donde hacer los pedidos y ver la carta, completan esta exitosa transformación.
Fotografías de James Pfaff.