Colección 300: Curro Claret y Fundació Arrels dan con la pieza clave del diseño solidario.
El objetivo de este proyecto era, además de cumplir con la función propia de crear piezas de mobiliario para sentarse, intentar ser un medio de ayuda para estas personas en su proceso de recuperación: se buscó incrementar la auto confianza de los sin hogar mediante la experiencia artística y la participación en el «diseño» de los pisos que iban a convertirse en su vivienda. El proyecto recibió el primer premio de la convocatoria Diseño contra la pobreza y exclusión social del Ministerio de Cultura el año 2010.
Los taburetes se construyeron a partir de una pieza metálica, realizada de plancha metálica cortada con una máquina láser y doblada posteriormente, que funcionaba como nudo de conexión. En esta pieza se fijaban tres patas y un asiento hechos a partir de materiales recogidos en la calle.
Ahora, en la segunda fase, se han investigado nuevas aplicaciones a esa primera pieza metálica (desarrollando algo más su diseño), de manera que se puedan construir, además de taburetes, bancos, mesas, lámparas, colgadores, cabañas de indios… siempre a partir de esa pieza principal y ocasionalmente con la ayuda de alguna otra que la complemente: por ejemplo ahora se puede añadir un respaldo al taburete.
La pieza se plantea como un punto de partida abierto, como un reto para explorar y descubrir diversos nuevos usos según las necesidades y deseos de los participantes.
La intención última es que este tipo de muebles y objetos puedan ser también realizados por todos aquellos colectivos más o menos marginados, excluidos socialmente o no, que vean en la propuesta una vía que les pueda ayudar en su situación.
Esta última fase del proyecto se ha podido realizar gracias a una ayuda del Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNCA) de la Generalitat de Catalunya.
Fotografías de Juan Lemus, cortesía de Curro Claret. Lee más sobre este diseñador en diarioDESIGN.