Casa Jardí 0.3: Bailo+Rull construyen una casa con jardín en una ciudad jardín.
Los arquitectos Bailo+Rull han ideado una casa en Igualada (Barcelona) en la que su estructura se confunde con el jardín mediante la construcción de una pérgola vegetal metálica de carácter ambivalente.
Por un lado, la pérgola portante libera la fachada de la estructura, permitiendo que el jardín entre en el interior de la casa. Por otro, con la construcción de esta pérgola vegetal la casa se desprende de la condición de objeto acabado porque «podrá crecer como lo hace un jardín«. La casa se plantea como un proyecto sin terminar; un proyecto de casa jardín que se construirá y cambiará con el tiempo.
La distribución de la casa responde a la voluntad de potenciar las vistas cruzadas desde los ambientes interiores hacia los patios abiertos al jardín que resulta del retranqueo entre los módulos habitables que integran la edificación. Éstos se yuxtaponen transversalmente a la dimensión dominante de la parcela, quedando cada uno definido por la relación entre las losas de 4x15m: el suelo y la cubierta plana.
La estructura portante está formada por una serie de vigas metálicas apoyadas sobre pilares también metálicos dispuestos longitudinalmente en la parcela. De las 6 losas de cubierta, 3 se apoyan en las vigas y 3 cuelgan de ellas. Esta alternancia en la altura de los techos permite la entrada de luz y vistas cenitales incluso en las áreas más internas de la vivienda. Por otro lado, el canto generoso de las vigas contribuye a una mayor privacidad al dificultar la visión del conjunto desde las plantas superiores de las edificaciones vecinas.
En el interior de la vivienda se utiliza también la cerámica: el pavimento de toda la casa es una única pieza porcelánica de 30×60 cm y color gris verdoso. Al sobrepasar el pavimento los límites de cerramiento, la casa se apropia de retazos de jardín de distintas proporciones, emfatizando la disolución del espacio hacia el exterior. La misma pieza cerámica se convierte en revestimiento de los paramentos verticales interiores, como si el suelo se plegara para trepar por las paredes, llegando hasta distintas alturas ya sea para conformar un zócalo, una base de chimenea, o toda una superfície en baños y cocina.
El uso de la cerámica en el proyecto se desenvuelve acentuado por la connotación nostálgica que tiene este material con la persona para quien se construye la casa. Esta condición caracterizó la aplicación de componentes cerámicos como requerimiento personal del cliente.
Fotografías realizadas por Adrià Goula.
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