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Mariola Montosa
30 enero 2012

El último Field of Light de Bruce Munro vuelve a impresionar en Bath: un campo que florece al anochecer.

Irreal, mágico, casi de otro mundo. “Alienígena” ha llegado a decir su autor. Y es que las esculturas de fibra óptica plantadas por Bruce Munro en medio de la naturaleza no sólo crean un campo de flores nocturno y brillante sino que conforman un espectáculo de luz y formas inusuales en un jardín.

Esta vez el artista lumínico ha llevado su Field of Light (campo de luz) a los exteriores de un museo de Bath, Inglaterra.

Al caer el sol (en aquellos lares a partir de las cuatro de la tarde) y durante tres horas, el público del Holburne Museum ha podido disfrutar durante varias semanas de esta instalación de más de 5.200 flores formadas por tallos acrílicos y bolas cuyo interior albergan cables de fibra óptica. Estos cables están conectados a un total de cinco proyectores de halogenuro para transportar la luz que emiten hasta las bolas. De modo que las esculturas se iluminan cuando se enciende el proyector, y no porque contengan electricidad en su interior.

El origen de esta instalación, que ya ha sido proyectada en otras ciudades de Gran Bretaña, surgió hace casi 20 años durante un viaje de Munro por los desiertos australianos. Al artista le impactó profundamente como este paisaje, en apariencia tan estéril, florece después de las lluvias de golpe y de manera abrupta, llenando de color estas tierras.

También le sorprendió el contraste entre la aridez del paisaje natural y las áreas de camping que brotan cual oasis artificiales.

Estas imágenes quedaron plasmadas en bocetos y años más tarde las tradujo en lo que hoy es Field of Light. Al igual que el desierto australiano, las esculturas de Munro están inertes durante el día y al anochecer florecen en todo su esplendor creando un jardín artificial en medio de la naturaleza, tan fuera de contexto como las zonas de camping entre las dunas.

Detrás de este ejercicio transposición no hay, sin embargo, ninguna pretensión. “No es una pieza intelectual”, ha dicho el autor. Su único objetivo es que hiciera “sonreír a la gente en las fechas navideñas”.

Su primer Field of Light se instaló en Londres en 2004 en el Victoria and Albert Museum. Desde entonces ha ido creando versiones, siendo la más reconocida la que proyectó en Cornwell en el año 2008. Su llegada a Bath forma parte de la programación del Holburne Museum para celebrar la flamante ampliación del museo llevada a cabo por el arquitecto Eric Parry, la cual se inauguró el pasado mayo.

Fotografías: Mark Pickthall

 

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