Reforma de un estudio multidisciplinar de diseño, por Josep Ferrando y Román Ortega.
De hecho, ese fue el objetivo de los arquitectos Josep Ferrando y Román Ortega a la hora de distribuir el espacio y organizar las actividades: lograr diferentes sensaciones y percepciones bajo un mismo espacio abierto.
En la imagen superior, por ejemplo, se puede apreciar la sala de trabajo central, un despacho y una sala de reuniones (al fondo a la derecha).
Además, el concepto funciona tanto en planta como en sección. Esto se ve en la caja privada (donde están situados los despachos), la cual ha permitido crear dos alturas: la planta baja más un altillo.
La luz natural entra de dos maneras: a través de lucernarios puntuales colocados estratégicamente en el perímetro de la estancia, acorde con las diferentes actividades. Y a través de un gran lucernario a modo de caja de luz en la parte más alejada de la entrada.
La luz artificial, por su parte, se sitúa en los dos lados largos del espacio, creando luz indirecta como si fuera un lucernario más.
Los materiales, por último, tienden a la uniformidad en todo el espacio a base de prevalecer el blanco en los acabados y en la mayor parte del mobiliario, y la madera natural en las puertas o la escalera, entre otros.
Esta uniformidad queda cuidadosamente rota con la mezcla de texturas que aportan el acero o elementos como la alfombra roja de la sala de trabajo, pero siempre sin perder la sencillez que Josep Ferrando y Román Ortega han buscado en todo momento.
Fotografías: Adrià Goula. Planos: cortesía de Josep Ferrando y Román Ortega