Vuelve el Arte con TRIBUna DESIGN: Anish Kapoor en el Gran Palais, una experiencia física y mental.
Este escultor de origen indio (Bombay, 1954) afincado en Londres desde 1974, es considerado uno de los más influyentes nombres de la escultura de vanguardia británica y uno de los grandes de la creación contemporánea. Hay algo en sus piezas, su forma, su color, su aparente sencillez, que las hace espirituales y enormemente sensuales.
Para Kapoor el reto es crear con cada obra una experiencia, física y mental. Y es cierto, es difícil explicar las obras de Kapoor, es necesario verlas, no, es necesario vivirlas. Si podéis ir a París no os perdáis la experiencia. Se puede visitar hasta el próximo 23 de junio.
Kapoor ha dedicado esta pieza al activista y artista chino Ai Weiwei con la intención de concienciar al público sobre su injusta detención por parte del Gobierno de China.
Su obra, de nuevo, no deja indiferente. Leviathan es una instalación de 35 metros de altura formada por cuatro gigantescos balones enlazados, de color rojo y de aspecto orgánico, realizados en pvc e instalados en el bello espacio decimonónico del Gran Palais.
La escala y el color son dos de las bazas de Kapoor, artista merecedor del prestigioso premio Turner (1991) y formado en la Escuela de Arte y Diseño de Chelsea.
Esta vez sorprende que la visita empieza en el interior de la propia obra y tienes la sensación de estar en el inmenso vientre de algún ser vivo, algunos hablan de una enorme ballena, otros de un cósmico útero materno.
La luz penetra a través de la bóveda acristalada del Palais colándose en el interior de la escultura que varía sus tonalidades a medida que avanzan las horas del día; color rojo fuego, carmín intenso, bermellón, asalmonado oscuro, carmesí, naranja sanguina, escarlata, rosa fresón… según el día, según la hora, según el instante en que sea visitado. Este estudiado efecto de la luz en el interior convierte la visita en una experiencia lumínica única.
El propio artista explica que el Grand Palais es uno de esos espacios arquitectónicos emblemáticos, un volumen lleno de luz con una belleza propia y que realizar una obra para este espacio significaba para Kapoor establecer un diálogo con dicha arquitectura y especialmente con la luz.
Y tras el shock del interior una puerta rotatoria te expulsa de las tripas de Leviathan y puedes contemplar la obra desde el exterior.
Te preguntas cómo han logrado meter en esa delicada caja de cristal ese enorme cuerpo que parece querer desparramarse para ocupar todo el edificio, creando el efecto de que la escultura es mayor que el espacio que la contiene.
Y en cierta manera el exterior de la escultura parece no guardar relación con el interior. Simplemente interior y exterior coexisten simultáneamente.
Las obras de este artista transmiten algo más que una sensación de enormidad o de sorpresa. No se trata sólo de obras literalmente impresionantes. Sus obras llegan. Conmueven incluso al más descreído de los visitantes o al más insensible de los observadores. Porque no hace falta entender absolutamente nada de arte contemporáneo para que Kapoor te impacte. Contemplar sus piezas es una experiencia estética y física al mismo tiempo. El artista reconoce jugar habitualmente con esos términos contradictorios, físico y mental, interior y exterior, lleno y vacío, sencillo y complejo, delicadeza y rotundidad, cielo y tierra, horizontalidad y verticalidad. Con todo ello Anish Kapoor construye obras profundamente abiertas a las emociones del espectador, que exploran el espacio en términos poéticos jugando con nuestras percepciones. Puedes ver una entrevista al artista haciendo clic aquí
Monumenta 2011 Anish Kapoor en el Grand Palais Leviathan 11 de mayo a 23 de junio de 2011 Avenue Winston-Churchill 75008 Paris – France Más información en la web de Monumenta
Fotografías de Monumenta o vistas en www.designboom.com, según indicado. Este reportaje ha sido realizado por Natalia Lasierra, historiadora del Arte.