El mercado del Ninot se actualiza sin perder su esencia: un proyecto de Mateo Arquitectura.
Gracias a su imponente estructura metálica y al cerramiento perimetral de obra vista y piedra, el mercado del Ninot este es uno de los edificios públicos más característicos del distrito del Eixample. La intervención que está llevando a cabo el estudio de Josep Lluís Mateo busca el mantenimiento del equipamiento existente, a la vez que dotarlo de unos servicios más actuales y renovados. En definitiva, mantener la memoria de este equipamiento centenario y recuperarlo para el uso contemporáneo.
La intervención propuesta para el Mercado del Ninot de Barcelona parte de la conservación de los valores presentes en el mercado existente, obra de los arquitectos Antoni de Falguera y Joaquim Vilaseca entre 1894 y 1928, y que debe su nombre actual a la figura de un mascarón de proa en forma de niño.
Para ello, la propuesta de Mateo Arquitectura manteniene de forma integral la estructura existente del mercado, interviene en los accesos, sobretodo en la calle Mallorca, para favorecer el acceso a nivel, así como la recuperación de las dos plazas laterales. Se recuperan también las pieles del edificio: fachadas y cubiertas.
En el nuevo mercado, el subsuelo se aprovecha para incluir una superficie de autoservicio, aparcamiento de vehículos, área de carga/descarga y almacenes. Y en el interior, la actuación plantea la liberación de espacio, concentrando para ello los núcleos de comunicación e instalaciones con objeto de favorecer la flexibilidad y futuros usos.
La intervención en las fachadas será, exteriormente, lo más evidente. Se mantendrá la configuración y proporción de fachada y cerramiento, con un zócalo, cuerpo de vidrieras y celosía y viseras de cubierta. El zócalo se “recorta”, con el fin de integrar las paradas exteriores, que quedarán encastradas. Con esta solución se obtiene la liberación de la acera a la vez que se ordena el aspecto exterior del mercado. En el nuevo diseño, unos elementos basculantes limitan la parada o bien harán de parasol cuando tienen que ser cubiertos.
A este mercado, que comenzó por llamarse El Porvenir a finales del siglo XIX, la remodelación le augura un futuro “brillante”, en honor a su nombre primigenio.
Arquitecto: Josep Lluís Mateo
Cliente: Institut Municipal de Mercats de Barcelona-IMMB
Emplazamiento: Calle Mallorca 135, Barcelona
Superficie: 15.000 m2
Concurso: 2008
Estado: en construcción
Presupuesto: 20.209.000 €
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